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La guerra del fútbol, le nombró el célebre Ryszard Kapuscinski al conflicto fronterizo que protagonizaron Honduras y El Salvador a raíz de los dos partidos que estos países debieron sostener buscando la clasificación para el Mundial de 1970 en México, el mismo que acabaría ganando Brasil con Pelé alzando su tercera copa.

El prestigioso reportero polaco narró con su estilo vibrante la tensión vivida en aquellos cinco días cuando ambos elencos centroamericanos terminaron enfrentándose más allá de la cancha, causando un efímero período de tensión política que llegó a amenazar la paz de la región.

La analogía

Más de 50 años después de aquel suceso, en solo horas, Estados Unidos e Irán protagonizarán un duelo que puede definir el destino de las dos escuadras en el Mundial de Fútbol que desde el pasado 20 de noviembre se desarrolla en Qatar y entonces resulta imposible no pensar en Kapuscinski y en su famoso reportaje.

Para nadie es un secreto que desde el ascenso al poder en Irán del ayatolá Ruholla Jomeini, cuando la Revolución Islámica de 1979, se cortó de raíz todo vínculo político y diplomático con Washington, luego de que fueran secuestrados los trabajadores de la Embajada de Estados Unidos en Teherán.

Desde ese entonces, persas y estadounidenses han vivido en una constante “Guerra Fría” quedando en reiteradas ocasiones al borde de un conflicto bélico, tal como ocurrió entre 1980 y 1988, cuando la guerra entre Irán e Irak.

El contexto

Con estos antecedentes estadounidenses e iraníes llegan al cotejo de este 29 de noviembre en suelo islámico y la tensión previa al encuentro ha marcado la pauta tomando de referencia la reciente ola de protestas acaecidas en la nación de mayoría musulmana tras la muerte de Masha Amini, una mujer detenida y golpeada hasta fallecer por la policía política.

Luego de que Irán venciera a Gales 2-0 en su segunda presentación en la justa, tal como lo reflejó la BBC, el otrora jugador de la Alemania campeona en 1990, Jürgen Klinsmann alegó una supuesta presión de los persas hacia el árbitro del encuentro, sentando dudas sobre la victoria y aludiendo a que era algo habitual en la cultura de esa nación y en el entrenador Carlos Queiroz.

Las respuestas no se hicieron esperar y el propio Queiroz pidió incluso la expulsión de Klinsmann del Grupo de Estudio Técnico de Qatar 2022.

Más leña al fuego

A partir de ese momento, ya con el duelo en el horizonte, los constantes ataques verbales no han parado y si algo faltaba para atizar más la hoguera era una publicación de la Federación de Fútbol de Estados Unidos, en la que se mostraba las posiciones del grupo B del Mundial con la bandera de Irán sin el escudo de la Revolución Islámica.

Refiere Marca que enseguida la Federación de Irán emitió un comunicado en donde se exige la expulsión del equipo de Estados Unidos de Qatar por violar los estatutos establecidos por la FIFA en lo concerniente al respeto a las leyes internacionales.

En este punto vale señalar que hasta el momento no se ha emitido ningún comunicado al respecto y esto incrementa la incertidumbre de lo que pueda suceder en la grama de Estadio Al Thumama.

Será un partido de vida o muerte para estos seleccionados, con Estados Unidos urgido de sumar los tres puntos después de igualar en sus dos primeros juegos, pues un empate beneficiaría a los dirigidos por Carlos Queiroz que arribarían a 4 unidades y quedarían a la espera del duelo entre Gales e Inglaterra para lograr una inédita clasificación a octavos de final.

El antecedente

Ya en 1998, en un contexto similar, iraníes y estadounidenses contendieron en el Mundial de Francia, dejando en aquel entonces para la posteridad una foto histórica con los musulmanes entregándole rosas blancas a sus rivales norteños y los dos conjuntos posando juntos frente a la cámara.

Irán ganó 2-1, pero el mensaje de paz y hermandad que trascendió ese día quedó grabado en la mente de millones de personas en todo el orbe, ¿qué pasará este martes?, ¿reinará la paz o llegará el caos? el tiempo y el terreno como siempre dirán.