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Luego de que Pelé ganara su tercer Mundial en 1970, allí en México, batiendo a un poderoso equipo italiano que llegaba a suelo azteca con grandes pretensiones de obtener un título que se le hacía esquivo desde 1938; luego de aquel Mundial, Brasil debió esperar 24 años para regresar otra vez a una final, justo cuando en Estados Unidos, ante otro elenco italiano poderoso, conquistó su cuarto trofeo tras el fallo legendario de Roberto Baggio desde el punto penal.

Después de aquello llegó Francia y en el recuerdo todavía perviven los goles de Zinedine Zidane y la imagen de un Ronaldo desconcertado en París, aún emociona.

Tal vez por ello, por lo hondo que había calado la derrota ante los galos, luego de un Mundial perfecto hasta esa final en 1998, quizás por eso, recuperar el título en 2002, el quinto trofeo, ese momento se vivió de un modo diferente con Ronaldo reivindicándose de lo ocurrido cuatro años antes.

Veinte años después

Han pasado veinte años desde aquel día en 2002, veinte años y Brasil fue favorito en 2006 hasta que Francia los volvió a sorprender en cuartos de final; luego en 2010 hasta encontrarse con el “ Judas” de Felipe Melo dándole una mano a los holandeses; después en el que debía ser su Mundial, el sexto, los alemanes le infligieron, allí en casa, la peor derrota de su historia, un 7-1 del que todavía se habla, el “ Mineirazo” le nombraron incluso. Cuatro años después en Rusia 2018, la Canarinha se topó en cuartos con los belgas y ahí otra vez, como si de una maldición se tratase acabó todo.

En Qatar, la Selecao de la mano Tite llega como la eterna candidata, por la mística que le otorga el peso de la historia, por nómina y también por los hechos.

En este sentido un elemento trasciende para elevar el plus de favoritos de los brasileños y es el concerniente al estado físico de sus jugadores.

Realidades diferentes

Como lo lee, si bien los sudamericanos perdieron a Coutinho apenas unos días antes de comenzar la justa, el resto del plantel se ha mantenido en óptimo estado de forma, Neymar Jr, Vinicius, Rodrygo, Paquetá, Casemiro, Militao y este factor puede marcar la diferencia en territorio islámico.

Si miramos la realidad de las otras escuadras que parten como favoritas tenemos que Francia debe afrontar la competencia sin Benzema, Kanté, Pogba, Kimpembe y Nkunku.

A su vez, Argentina deberá solventar las ausencias de Lo Celso, Nico González y Joaquín Correa, además de las dudas que genera el estado de Papú Gómez.

De igual modo, España llega con cierta incertidumbre, después de que terminaran fuera del equipo hombres como Mikel Oyarzabal, Gerard Moreno, José Luis Gayá y  Iago Aspas.

Al mismo tiempo, Toni Kroos no estará con los germanos y Hans Flick tendrá que arreglárselas sin Timo Werner ni Florian Wirtz.

¿La hora del Scracht?

Entrando en contexto y luego de su demostración de hoy, una rotunda victoria ante Irán 6-2, sin dudas se debe contar con Inglaterra como serio contendiente, pero por ahora, el tópico del estado físico del Scracht du Oro puede ser un revulsivo a favor de Brasil y hay que tenerlo en cuenta.