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Francia tiene varios jugadores que se han marcado un mundial tremendo y de mucha calidad, se puedes destacar el mundial de Antoine Griezmann, Kylian Mbappé y tal vez un poco menos reconocido que los otros dos jugadores, Olivier Giroud. Giroud cumple el perfil de un 9 clásico de área, con buena altura, buen juego aéreo y capaz de fijar centrales para pivotear y dejar libres a sus compañeros. Sumándole a todos estos atributos tácticos también tenemos una buena definición de pierna zurda y con múltiples recursos para ser goles.

Giroud fue el jugador francés más criticado del mundial del 2018 debido a que muchos les parecía inconcebible que el delantero titular de Francia no marcará gol en un mundial. Acusado por mucho de ser un mal jugador y no marcar diferencias para el conjunto gales, las críticas no podían estar más equivocada, el delantero realizaba el trabajo sucio para que Griezmann y Mbappé pudiesen marcar diferencias, pivoteaba, bajaba balones, aguantaba a los defensas, fue el jugador de equipo definitivo para esa selección.

El francés parece que escuchó todas las críticas y vino a callar muchas bocas que pusieron en duda su calidad, a sus 36 años y probablemente jugando su último mundial Giroud ha marcado cuatro goles en cinco partidos y pelea la bota de oro con Messi, Mbappé y Álvarez. El delantero es clave para su selección y ha hecho un torneo de muy alto nivel.

El delantero pudiese no tener la oportunidad de aumentar su cuota goleadora ya que un golpe en la rodilla durante la última práctica ha puesto en duda su participación en la final de la Copa del Mundo. Si el veterano no pudiese participar de titular, el llamado a sustituirle sería el hijo de la leyenda francesa Lilian Thuram, Marcus Thuram delantero de 25 años perteneciente al Borussia Mönchengladbach. Marcus probablemente terminaría jugando de extremo por izquierda mientras que Mbappé pasaría a jugar de delantero centro.

Los galos buscarán ganar su tercera copa Mundial que los desempataría de las selecciones de Italia y Argentina, ubicándola detrás de Brasil con 5 mundiales y Alemania e Italia, ambas con 4 mundiales cada una. Deschamps se convertiría junto a Vittorio Pozzo, ganador de las ediciones de 1934 y 1938 con la selección italiana, como los únicos entrenadores en ganar dos mundiales.