El Mundial de Fútbol es una fiesta que nadie se quiere perder, sobre todo el partido inaugural que rompe el listón de la competencia que mantiene en vilo a todo el mundo por casi un mes. Así, la ceremonia y el posterior partido serán todo un acontecimiento, a pesar de que en Qatar se romperá una tradición y tendrá una particularidad muy especial.

Por primera vez, desde que se juega con formato de fase de grupos, el primer partido del Mundial no será jugado ni por el anfitrión ni por el campeón defensor de la competencia. Esto se debió a un cambio de FIFA una vez realizado el sorteo para que más gente pudiera ver el partido sin inconvenientes horarios.

Una vez que se realizó el sorteo el viernes 1 de abril, se determinó que Qatar – Ecuador sería el partido inaugural, pero esto implicaría que en el país sudamericano serían las 5 de la mañana a la hora del partido y sería muy complicado para los habitantes de ese país poder ver el encuentro. Por lo tanto, en FIFA modificaron el orden de los partidos y finalmente el juego será el tercero del día, al mediodía de Ecuador.

De esta forma, el partido entre Senegal y Países Bajos pasó a ser el que abrirá la competencia y tendrá la particularidad de romper una tradición que data desde el Mundial de Brasil 1950: desde aquel entonces, el anfitrión o el campeón defensor jugaban el primer partido del campeonato (hubo certámenes en los que hubo varios partidos a la misma hora, pero entre ellos estaba el local o el último campeón).

En Brasil, la selección local fue la encargada de abrir el torneo y de inaugurar oficialmente el mítico Estadio Maracaná el 24 de junio con una goleada 4 a 0 a México por el Grupo 1. Cuatro años después, en Suiza 1954, hubo cuatro juegos a la misma hora el primer día de competencia, pero entre ellos estaba Uruguay – Checoslovaquia (Uruguay llegaba a Suiza como campeón defensor)

En Suecia 1958, el torneo lo abrió el local ante México goleándolo 3 a 0 en Estocolmo. Lo mismo sucedió en Chile 1962, cuando el equipo sudamericano jugó el primer partido ganándole a Suiza 3-1. La tradición siguió en Inglaterra, cuatro años después, cuando en Wembley los ingleses empataron sin goles ante Uruguay en el partido inaugural. Finalmente, en México, los locales jugaron ante la URSS en otro empate sin tantos en el primer partido del torneo.

Para 1974, la tradición se cambió y el encargado de jugar el partido inaugural fue el campeón defensor que, además, clasificaba directamente al Mundial. Esa costumbre la inició Brasil, ganador en México, que abrió el certamen un día antes que el local Alemania empatando sin goles ante Escocia.

Lo mismo ocurrió en Argentina 1978 con el juego entre el último campeón Alemania y Polonia (cuarta ocasión seguida que el primer partido salía 0-0). En España 1982 fue Argentina quién jugó ante Bélgica, cayendo 0-1. Para México 1986, Italia fue la encargada de abrir el torneo ante Bulgaria (1-1). Y en Italia 1990, Argentina volvió a caer como campeón defensor en el primer partido, esta vez ante Camerún (0-1).

Para Estados Unidos 1994 Alemania abrió el Mundial como campeón defensor ganando 1-0 ante Bolivia; luego en Francia 1998 fue Brasil quién volvió a jugar como campeón ante Escocia (como en 1974), aunque esta vez venció 2-1. Finalmente, en Corea-Japón 2002, fue la última vez que el campeón clasificaba directamente al siguiente Mundial y que abría el torneo. Esa vez Francia cayó sorpresivamente 0-1 ante Senegal.

Para Alemania 2006, el local iba directamente al Grupo A y sería el encargado de jugar el primer partido del torneo luego de la ceremonia de apertura. En dicho certamen, Alemania venció 4-2 a Costa Rica. Para Sudáfrica 2010, el conjunto africano empató 1-1 ante México (siendo los aztecas los que más partidos inaugurales jugaron), mientras que en Brasil 2014, el local venció 3 a 1 a Croacia. En Rusia 2018, los rusos le ganaron 5 a 0 a Arabia Saudita.

Por lo tanto, luego de 72 años con el anfitrión o el último campeón (hace 16 que la tradición marca que el local juegue el primer partido del Grupo A), no habrá ninguno de ellos en el primer partido. Así, se suma una particularidad más a Qatar 2022, que está destinado a ser uno de los Mundiales más especiales de la historia.