No soy de los que apuesta todo a las estadísticas para emitir un criterio sobre como pudiera decidirse un partido o una eliminatoria en estas instancias tan decisivas de la UEFA Champions League. Ahora, viendo los números que ofrece la previa del duelo entre el Manchester City y el Real Madrid, privarse de acompañar a dichas cifras de algunos comentarios sería pecado mortal.

En el deporte las rachas también suelen tener un valor relevante, por lo que esos 19 encuentros sin perder en la máxima competición europea de los citizens pudieran tener un cierre en el momento menos indicado. Claro, eso si sólo se mira de manera estadística la eliminatoria de semifinales, etapa en la que Guardiola ya se vio las caras con Ancelotti hace 8 años cuando el italiano estaba en su primera etapa en el banquillo blanco y el técnico catalán paseaba su desbordante filosofía futbolera por Múnich. En aquel entonces, barrida de Carleto ante Pep con un contundente 0-4 en la vuelta que terminó reflejando un 5-0 en el global.

Por cierto, esos duelos representaron las dos únicas victorias del actual DT madridista contra el ex del Barcelona pues cuando Ancelotti estuvo al frente del Everton, cuatro fueron los éxitos de Guardiola y los “skyblues”. Podrán decir que la diferencia de plantilla era notable entre los azules de Liverpool y los celestes de Manchester, pero en la Premier League cada partido suele ser una historia difícil de descifrar, sean quienes sean los rivales.

Si nos mantenemos en el apartado colectivo Guardiola ha dicho que si se mide la historia el favoritismo está de un solo lado. No deja de tener razón el alumno aventajado de Cruyff al contabilizar las semifinales de Copa Europa en las que ha estado el Real Madrid ya que de las 30 ocasiones en 16 avanzó a la lucha por el título; posterior “Orejona”, ganando un total de 13. El dato, simplemente demoledor.

No obstante, el entrenador español también tiene su historia particular contra los “merengues” en la que si hay un ganador claro es el de Sampedor. Sumando los tres clubes que ha dirigido son 19 choques vs los de Chamartín, saliendo victorioso en 11 veces, un total de cuatro empates y sólo cuatro derrotas. Además de los dos fracasos con el Bayern se deben sumar otros dos con el Barcelona, uno de ellos muy recordado por el gol de Cristiano Ronaldo que flotaba en el aire para darle aquella Copa del Rey al Madrid, la que evitaba un segundo triplete culé en tres temporadas.

Por su parte, Ancelotti ha preferido quitarle presión al enfrentamiento al decir que no esperaban ver a los “blancos” en las semifinales. Innegable es que el camino dejado atrás tenía rivales de consideración, pero al PSG le hace falta más que dinero para ganar la Champions y el Chelsea vive sircunstancias extradeportivas no menores, aunque nada justifica y el mérito madridista es total.

El técnico italiano no sabe lo que es ganar en el Etihad, ni con el propio Chelsea cuando paseó su incontestable estilo por Londres, menos aún como mandamás de un Everton del cual siempre se esperó algo superior a inicios fulgurantes. De manera global fueron siete choques ante el City en esas dos etapas ganando sólo un partido con los londinenses.

En lo individual, amén de protagonistas claro por cada uno, así como de las notables ausencias que sobre todo tendrán los citizens, en la memoria “merengue” aparece el nombre y el tanto de Gareth Bale en 2016, diana que valió el pasaje a la ciudad de la moda para conseguir en ella la undécima, además de las tres consecutivas con el “mago” Zidane, ayudante de Carleto en la décima.

Benzema, gran baluarte del Madrid, ha sido el único con la capacidad de perforar las redes celestes en las tres visitas anteriores. Del otro lado, De Bruyne se presenta como el generador o, quizás el finalizador que termine dándole una nueva oportunidad de final a los “skyblues”, debido a que su posición en el rectángulo verde casi siempre es una incógnita hasta que el árbitro haga sonar el pitido inicial. Por lo tanto, la mesa está servida, variedad de sobra para consumir a gusto. Otra cosa será quienes terminen con la mejor sonrisa.