Your browser doesn’t support HTML5 audio

“Es una locura, arrogante. Le decís algo y te habla mal. Añade diez minutos y da un tiro libre para Países Bajos que no es”, expresó Emiliano Martínez. “La FIFA debe pensar en ello, no puede poner un árbitro así para estas instancias, no puede poner un árbitro que no está a la altura”, agregó Lionel Messi.

Pero también se refirieron los neerlandeses. “Tenía miedo de que de repente sacara una segunda tarjeta amarilla. Nunca se supo con él”, dijo Jurren Timber. “Estaba más allá de la razón. Creo que se perdió en la prórroga. A partir de ese momento solo pitó para Argentina”, analizó Frenkie De Jong.

Todo menos elogios recibió el árbitro español Antonio Mateu Lahoz luego de su actuación en el partido de cuartos de final entre Argentina y Países Bajos que clasificó a la albiceleste a semis tras una definición por penales. Si ambos equipos dedican ese tipo de palabras, es porque la actuación no pasó desapercibida. Pero el inconveniente es que el mismo Mateu Lahoz se encargó de que así sea.

Durante los 120 minutos sacó un total de 17 tarjetas amarillas, récord absoluto en la historia de la Copa del Mundo. En total, amonestó a siete jugadores neerlandeses, ocho argentinos y, por si fuera poco, a dos miembros del cuerpo técnico sudamericano. Es más, para graficar lo llamativo de su arbitraje, Wout Weghorst (autor de los dos tantos del equipo naranja) fue amonestado casi una hora antes de ingresar al campo de juego desde el banco de suplentes, por protestar cuando se encontraba en el banquillo.

El español ya había participado en dos partidos de la fase de grupos de esta Copa del Mundo: impartió justicia en el triunfo de Senegal ante Qatar (3-1) en la segunda fecha del Grupo A y en la victoria de Estados Unidos ante Irán (1-0) que clasificó a los norteamericanos a los octavos de final en el Grupo B. En estos dos encuentros, Mateu Lahoz mostró 10 tarjetas amarillas y fue criticado por no haber sancionado un penal muy reclamado por los qataríes.