La palabra inversión todavía genera ruido en un gran sector de la población, que tiene la sensación de que es algo que hacen sólo quienes tienen una gran capacidad de ahorro y una visión particular para el mundo de los negocios. A pesar del caudal de información que poco a poco va creciendo, especialmente en sitios y portales de internet, esta idea no deja de estar presente.

Y lo mismo sucede con el universo de los activos digitales, como las criptomonedas o los NFT –tokens no fungibles–, que son una manera de ingresar, con montos pequeños, en el sistema financiero. Que las criptos están íntimamente relacionadas con los eSports no es una novedad: ya desde los primeros videojuegos, el intercambio de puntajes por monedas, diamantes y objetos del estilo era una forma de comprar y vender activos digitales.

Así, es comprensible que las nuevas generaciones –los llamados centenials– que crecieron navegando en Internet y, una gran parte, jugando videojuegos, se sientan cómodos con la idea de invertir en este tipo de activos. Según una investigación que llevamos a cabo con el equipo de SeSocio en junio de este año, sobre una base de más de mil quinientas respuestas, casi el 20% de los usuarios que invierten en la plataforma tienen entre 18 y 25 años,

Con una generación curiosa y abierta a las nuevas tecnologías, que está surgiendo hace ya más de una década, el sistema financiero tiene la obligación de brindar las herramientas para que el ingreso al mundo de las finanzas sea lo más amable posible, y para eso la educación financiera es un pilar fundamental.

Es una realidad que muchos jóvenes, alrededor del mundo, no se sienten identificados ni bienvenidos en el sistema financiero tradicional, que implica una serie de trámites presenciales, uso de cajeros o hacer filas en sucursales bancarias. Acostumbrados a resolver online incluso tareas y trabajos escolares o universitarios, encuentran una solución más interesante en las monedas virtuales

En este sentido, el mundo de los videojuegos resulta un buen escenario para atraer a los más jóvenes a aprender y adquirir herramientas que servirán para gestionar su dinero en el presente y en el futuro. A la vez, para las plataformas de videojuegos es un valor agregado el hecho de contar con el apoyo de empresas que comercializan activos digitales, con quienes comparten la necesidad de innovación y constante actualización de las tecnologías.

Y sí, los videojuegos y las criptomonedas tienen un origen en común, su unión no puede hacer más que sentar una base fuerte para ofrecer mejores opciones a futuro, fortaleciendo un universo que tiene como perspectiva y motor el objetivo de la inclusión financiera y la apertura hacia todos los sectores de la sociedad, más allá de las fronteras económicas y geográficas que existen en los sistemas económicos.