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El brasileño Paulo Orlando, contratado recientemente por el Licey, lamentó profundamente la muerte del Rey del Futbol, Pelé. Para el pelotero, Edson Arantes Do Nascimento representa a todo el Brasil.

“Cuando hablamos de deportistas en Brasil hablamos de Pelé”, dijo Orlando. “Ya a los 16 años estaba en un Mundial y de verdad hizo cosas grandes en el fútbol. Ahora Dios le dio una mejor oportunidad. Uno de lamenta por su muerte, pero contento por todo lo que él hizo por el fútbol y por Brasil”.

Orlando llegó hace poco a reforzar las filas de los Tigres del Licey. Es un experimentado jugador, con amplia experiencia en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional con el Cardenales de Lra, con los que jugó cinco temporada. Ahora le tocará mostrar sus cualidades peloteriles con los felinos.

Paulo Orlando es de Sao Paulo, donde se juega al beisbol. “Ahora estamos con una actividad importante por allá”, explica. “Se hacen tryouts y poco a poco ha ido creciendo la actividad”.

Fanático del Corinthians, amante del fútbol como buen brasileño, ama también al beisbol y ha ayudado a que esta actividad se conozca en el gigante amazónico. Fue campeón mundial en 2015 con los Reales de Kansas City, donde era uno de los jardineros del equipo. ¿Cómo caía una noticia así en Brasil? Primer brasileño en ganar la Serie Mundial en la tierra donde el fútbol es una religión.

“Para los deportes en general, sobre todo un deporte que no es muy conocido, fue importante que el país haya tenido un representante en MLB”, contó. “Tuve la oportunidad de que me entrevistaran en una emosira de radio y de conocer al equipo de mi vida, el Corinthians y hasta me regalaron un camiseta del club y todo”.

No tenía idea de nada de eso, yo pensaba que era tenis. Y yo cuando me dieron el guante y traté de agarrar la pelota casi me da en la cabeza

Por supuesto, Orlando jugó al fútbol fue atleta de pista y campo. “Yo jugaba mucho al fútbol, lo que pasa es que no hice muchos tryouts“, destaca. “Allá para entar al fútbol grande hay que tener un padrino. Yo era mediocampista, como mi papá”.

Orlando conoció la pelota a los 11 años. “Mi mamá trabajaba como enfermera en un hospital”, recuerda. “Y el dueño del hospital era como coach o presidente de un equipo. Así que me llevó de chiquito. No tenía idea de nada de eso, yo pensaba que era tenis. Y yo cuando me dieron el guante y traté de agarrar la pelota casi me da en la cabeza, ahí. Y seguí jugando y bueno, ya me ves aquí”.

Para Orlando estar con el Licey es una buena oportunidad. “Este es un equipo muy ganador”, afirma. “Y es una gran oportunidad en mi carrera. Trato siempre de aportar algo para el equipo”.

Una de las cosas que le impresionó es la cantidad de rectas que se ven. “El beisbol es un juego de ajustes. Sencillamente hay que ajustarse y tratar de ayudar al equipo”.