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Si algo tiene Andy Otero es control de la zona de strike. Es un zurdo que se monta a lanzar y puede ir hasta donde más no poder. En las últimas tres temporadas, ha sido uno de los fundamentales para la Estrellas Orientales y en la noche del martes le dijo a las Águilas Cibaeñas que respeten.

Durante 6.0 entradas aisló tres hits, ponchó a cuatro, sin boletos y sin carreras limpias permitidas. Un juego como se esperaba del canaleño.

“Yo estaba mentalizado para atacar temprano a los bateadores”, le contó a Manuel Acevedo, una vez finalizado el compromiso. “Tirar el primer pitcheo en strike fue una de las claves que me ayudó a lanzar de esa manera”.

Ya es la segunda vez en menos de 15 días que se mide a las Águilas. En esa ocasión hizo 70 pitcheos, 54 de ellos en la zona buena. Y de los 21 bateadores que enfrenó a 17 les abrió con strike. Eso lo dice todo.

El siniestro le da crédito a la ofensiva, que le dio una ventaja tempranera. “Eso ayuda mucho a uno cuando estás lanzando”, sostuvo el pitcher. Pero más allá de todo, el mezclar los pitcheos, hizo posible que el 70 por ciento de los batazos que le conectaron fueran por el suelo. Solamente tres bateadores le sacaron la bola del cuadro.

“Gracias a Dios en el juego mis tres pitcheos estaban cayendo en strike y los pude tirar en cualquier conteo. Yo no soy un pitcher que lanza duro, dependo de la colocación y por eso fyue importante para mí lanzar strikes e irme arriba en la cuenta”.

Aunque él le da todo el crédito a sus compañeros, en las cinco salidas que ha estado presente el zurdo los paquidermos han salido airosos. Esa era la diferencia que decía Franklin Peguero hace dos semana, cuando hablaba sobre las nuevas incoporaciones y qué tan importante iba a ser el siniestro en el accionar de las Estellas.

Y es que cuando Otero lanza las Estrellas brillan.