Para nadie es un secreto que la temporada 2022 que está firmando actualmente Yordan Álvarez con los Astros de Houston en las Grandes Ligas está siendo una cosa de locos. Para nadie, sí, excepto para aquellas personas que decidieron que Shohei Ohtani debía ser el bateador de signado de la Liga Americana en el Juego de las Estrellas del presente año, a disputarse el martes 19 de julio en el Dodger Stadium, casa de los Dodgers de Los Ángeles.

Parece una total injusticia que con los números que está poniendo el cubano, no tenga el derecho de saltar al campo desde el inicio en el clásico de mitad de zafra, más si tomamos en cuenta solo los registros ofensivos de la estrella japonesa; y es que ahí es donde radica el quid de la cuestión. Al parecer, todo lo que hace Ohtani debe ser exaltado y enaltecido como lo más grande e insondable. No debería ser así.

¿Está sobrevalorado?

Es cierto que no veíamos un jugador de 2 vías con esa calidad desde los tiempos de Babe Ruth y que el premio MVP que ganó en el ciclo anterior está más que merecido. También es verdad que sus estadísticas en la campaña en curso siguen siendo asombrosas y que día tras día quiebra marcas y colecciona hitos, pero al César lo que es del César.

Es normal que alguien como el nipón de los Angelinos de Los Ángeles eclipse y deleite, eso seguro. No obstante, alguien como Yordan Álvarez no debería pasar desapercibido y debería ser juzgado en su justa medida.

Por ejemplo, ahora mismo su OPS+ es de 196, muy cerca de la barrera de los 200 puntos, la cual nadie quiebra desde que lo hiciera George Brett hace 42 años con los Reales de Kansas. ¿Acaso no hay nadie que esté dimensionando la magnitud de esto?

 

Rebuscando más en la sabermetría, podemos notar que el nacido en Las Tunas es tercero en carreras creadas con 71, solo por detrás de Rafael Devers que tiene 73 y de Paul Goldschmidt que cuenta con 86. En el top 10, Shohei Ohtani brilla por su ausencia. Detrás de Yordan aparecen nombres como los de Mike Trout, Aaron Judge, José Ramírez, Manny Machado, entre otros.

Por último, el WAR ofensivo de Álvarez es de 3.9, el del de la tierra del sol naciente de apenas 1.7. No hay discusión, el de los Astros es mejor bateador que el de los Angels.

¿Por qué sobredimensionar a Ohtani?

Si la discusión era: ¿Quién debe ser el bateador designado de la Liga Americana en el Juego de Estrellas? La respuesta era más que obvia: el dorsal 44 de Houston. Aun así, hubo quien se dejó llevar por la impresionante versatilidad de un japonés que es un fuera de serie, pero que en esta conversación sencillamente no puede ser considerado el mejor.