Con récord de 23 victorias y 8 derrotas los Yankees de Nueva York son hoy por hoy el mejor equipo de las Grandes Ligas y claros dominadores de la División Este de la Liga Americana. Tan solo ayer vapulearon a los Medias Blancas de Chicago por pizarra de 15×7 para dar prueba fehaciente del gran momento que atraviesan.

Aun así, hay dentro de sus filas un pelotero que no parece estar en consonancia con el ritmo demoledor de sus compañeros y que parece haberse quedado a vivir en aquel pasado improductivo y nada provechoso en el que estuvieron sumergidos en el 2021.

Estamos hablando de Joey Gallo, hombre que llegó en calidad de cambio a la franquicia de la Gran Manzana desde los Rangers de Texas con bombos y platillos y que lamentablemente no ha podido demostrar que vale para llevar el uniforme a rayas. ¿Será que a los Bombarderos les metieron gato por liebre? Puede que sí, aunque en este caso, parece haber sido ‘gallo’ por liebre.

Números rojos

En 86 juegos disputados con los Yankees (58 en 2021 y 28 en 2022) el 2 veces ganador del premio Guante de Oro tiene línea ofensiva de .169/.301/.378, con 16 jonrones, 26 carreras impulsadas y 40 anotadas. Sin embargo, lo increíble es que se ha ponchado en 123 ocasiones y solo ha recibido 49 boletos, lo que deja su tasa de strikeouts en un elevado 38,6% y la de bases por bolas alrededor un poco por debajo del 15%.

De igual forma, el 2022 no parece ser de mejoría para Joey Gallo. Su hijo ofensivo de .190/.297/.316, con solo 3 vuelacercas, 35 ponches en 79 turnos y solo 15 boletos, indican que está todavía más impaciente en el plato, algo que es nefasto para un jugador que vive del cuadrangular.

Hay optimismo

Aunque las críticas llueven sobre él y todo apunta a que no habrá avances en su caso, el gerente general de los Mulos del Bronx, Brian Cashman, está bastante más esperanzado:

“Solo puedo decirte esto, trabaja duro, se preocupa mucho. Está unido a sus compañeros de equipo y, con el tiempo, ciertamente, creo que encontrará ese terreno más alto de manera más consistente. No estoy preocupado por Joey Gallo”. Afirmó el ejecutivo.

¿Tendrá razón o habrá sido una pésima idea traer a Gallo al equipo? Solo el tiempo lo dirá, pero hasta ahora, los que dicen lo segundo parecen estar más acertados.