Todavía es muy temprano para especular pero cuatro jonrones en una semana y dos de ellos en la misma serie, contra uno de los mejores cuerpos de pitcheo de todo el béisbol no da la medida de lo consistente que puede volver a ser Gleyber Torres.

Así es, cuando algunos bates, como el de Anthony Rizzo se empieza a apagar y emergen más dudas que certezas respecto al tema de las lesiones en los Mulos; Torres empieza a mostrar su mejor versión, aquella que veíamos antes de 2020.

 El contexto

Este domingo, Gleyber arribó a 9 vuelacercas en la presente temporada, 9 en solo 45 partidos, la misma cantidad que produjo en 2021 en 127 choques y 516 veces al bate.

Desde un punto, lo más significativo es que el morocho está levantando su rendimiento, jugando con problemas en su muñeca y ayer mismo además del bambinazo, pegó dos imparables más.

Por otro lado, con los Bombarderos más parecidos a un hospital que a un equipo de béisbol; Stanton, Donaldson, Chapman, Loáisiga y Locastro por mencionar; en medio de esto, Gleyber Torres comienza a asumir protagonismo.

A la defensa también

Y no solo está rindiendo con su bate, no, también a la defensa, aporta con su guante y ayer dio prueba de ello otra vez.

En 2019, durante su segunda campaña en Grandes Ligas, Gleyber encandiló a todos con sus 38 jonrones y 90 carreras impulsadas y muchos hablaron de 50 estacazos y 120 remolques como proyección, hasta de jugador franquicia los más ilusos pero el venezolano se desinfló de la noche a la mañana.

En 2020 solo pegó 3 jonrones y en 2021 los 9 que ya mencionamos, siempre bien lejos de su muestra inicial de 24 y entonces se comenzó a especular sobre posible cambio de equipo.

Pudiera estar de regreso

Hoy, tal vez en el momento más indicado comienza a aparecer otra vez y las sensaciones son muy buenas.

Al momento de escribir este texto, el criollo combina 243 de average, con 9 jonrones y 23 carreras impulsadas; guarismos para nada desechables que midiendo la forma deportiva actual, nos hace pensar que vendrán cosas mejores.

Hasta ahora los Yankees van cómodos en la división con sus 33 éxitos y el impacto del madero de Judge y Stanton pero a nadie le molestaría tener allí, a Gleyber Torres cubriéndoles las espaldas.

De ser luz, fue nada, incertidumbre, hedor a podrido y hoy, otra vez vuelve a ser luz.