Los Yankees de Nueva York tuvieron contacto con Carlos Correa al principio de la agencia libre y antes del paro laboral, pero eligieron intentar con Corey Seager que terminó en los Rangers de Texas.
El encuentro entre los Yankees y Correa parece un gran negocio en varios sentidos, sobre todo en lo comercial, donde la figura de Correa en Nueva York generaría gran repercusión y deportivo, porque ganan uno de los mejores campocortos defensivos y ofensivos en la actualidad.
A ese plus se le suma la capacidad ofensiva de responder en los momentos importantes “clutch” que tiene el puertorriqueño en los Playoffs donde ya sus números se ubican entre los históricos de Grandes Ligas.
La opción de su llegada a Nueva York se complica seriamente:
Con la firma de Carlos luego con el agente Scott Boras, se hace más complicado que los Yankees intenten nuevamente firmar a Correa por el alto precio que pide y teniendo en cuenta los últimos negocios de Hal Steinbrenner, que no realiza grandes inversiones en el mercado.
Para los fanáticos de Nueva York, acostumbrados a grandes movimientos y ser protagonistas en el mercado anteriormente, no traer a ninguna pieza de renombre en el mercado será un duro golpe, pero en este momento luce bastante complicado, a menos que piensen en Trevor Story o Freddie Freeman.
A ese duro golpe se le suma la sequía de títulos desde el 2009, dato no menor para la franquicia más exitosa de las Grandes Ligas por lo que esperaban piezas para romperla.
Ya la llegada de Gerritt Cole sorprendió a muchos, pero actualmente el equipo no tiene claro quien podría ser el campocorto titular del equipo con el movimiento de Gleyber Torres a la segunda base.
La otra opción de Nueva York es esperar al prospecto Anthony Volpe, de quien hay grandes expectativas para el futuro y Correa a largo plazo, taparía su progresión.
Gio Urshela y DJ LeMahieu son de las opciones que se manejan para el campocorto de los Yankees en 2022 y el otro ocupando la tercera almohadilla.