El apellido Guerrero hace tiempo que es bien sonado y conocido en el béisbol de las Grandes Ligas. Gracias al dominicano Vladimir Guerrero se hizo muy popular a finales de los 90s y también durante la siguiente década. Al final, un ingreso más que merecido al Salón de la Fama de Cooperstown fue el saldo que dejó una carrera que fue magnífica por demás durante los 16 años que duró.

No obstante, ese nombre no ha dejado de sonar en la MLB y a día de hoy, lo hace con todavía más fuerza y vigencia. El primogénito del otrora jardinero de los Expos de Montreal es la gran estrella de los Azulejos de Toronto en esta época, equipo que al igual que aquel que le dio la oportunidad de emprender la travesía en Las Mayores a su papá, dignifica a la nación de Canadá.

Aunque no juegan la misma posición y tienen habilidades diferentes, a ambos toleteros, es decir, padre e hijo, les ha tocado compartir recientemente un registro ofensivo que seguramente llena de orgullo al Vladdy mayor.

Ofensiva casi idéntica

Luego de 403 compromisos disputados en el mejor béisbol del mundo, Guerrero Jr. logró hilvanar su cuadrangular número 87 de por vida y dejar su OBP en .363. Resulta que hace casi 25 años lo mismo ocurriría con su padre exactamente en la misma cantidad de cotejos.

Por aquel entonces, un novel Conde Vladdy lograría la misma hazaña, poniendo su bambinazo 87 y su OPS en .364. Era la confirmación de una estrella naciente que terminó convirtiéndose en leyenda.

 

Camino de rey

Lo que ocurrirá con la trayectoria del inicialista de los Blue Jays no lo sabemos todavía, pero lo que fue de su padre, sí. Todavía falta mucho para ver culminar la incipiente carrera del hijo, pero si todo sigue como va, apunta a ser igual o mejor que la de su procreador.