Las carreteras de la República Dominicana, han cobrado vidas de cientos de personas. En especial de los jugadores de Béisbol nativos que juegan en la Grandes Ligas y cuando tienen la oportunidad de ir a su país para visitar, familiares, amigos y hacer turismo interno se encuentran con la muerte.
La República Dominicana ha sido por años una de las mayores productoras de talento joven para Grandes Ligas. Es, por mucho, la líder en peloteros latinoamericanos que han llegado a MLB, alcanzando más de 800 desde 1956.
Algunos de los nombres más importantes del deporte provienen de la República Dominicana y el talento existente en el país es gratamente apreciado por los equipos. Sin embargo, con los años algunos conjuntos se han visto reacios a otorgar permisos para que esos peloteros puedan participar de la liga de béisbol invernal del país, el torneo más relevante que se juega en tierra dominicana. Esto es en parte a los peligros que se han convertido en realidad con algunos peloteros, debido a trágicos accidentes de tránsito que han causado pérdidas irremediables.
Los Astros de Houston lamentaron la muerte del joven de 20 años José Rosario quien murió durante una carrera clandestina en su pueblo de Salcedo.
El accidente habría ocurrido en el tramo La Romana- San Pedro de Macorís. Los Tigres del Licey jugaban la noche del miércoles 10 de noviembre en el estadio Tetelo Vargas San Pedro de Macorís.
Leyer pertenece a los Twins de Minnesota en las Grandes Ligas y debutó en las mayores en 2020 cuando militaba con los Medias Rojas de Boston. En 6 partidos, un apaertura, tiro 4.2 entradas de 1 imparables y 11 carreras limpias concedidas con 9 ponches.
El nativo de El Seibo fue dejado libre por los Medias Rojas en noviembre de 2020 y firmado como agente libre por los Twins en febrero de 2021. El pasado 7 de noviembre fue dejado en libertad por Minnesota.
En definitiva las autoridades de la República Dominicana en conjunto con la MLB, deberían trabajar para concientizar a los jóvenes jugadores a la hora de estar en su país natal y la responsabilidad de tomar un volante.