Todos saben que, de jugar con otro equipo, el dominicano Luis Castillo tendría mucho mas impacto mediático del que posee actualmente y así mismo, a pesar de vestir la franela de los Rojos de Cincinnati, La Piedra, como también le nombran al quisqueyano, es uno de los mejores abridores del juego.

Y el Great América Ball Park no es el Coors Field, pero igual, es un estadio en el cual los lanzadores sufren bastante, sin embargo, Castillo lanza de por vida para menos de 4 carreras limpias por juego.

Con los equipos buscando los primeros 81 juegos y con el 2 de agosto ahí mismo, doblando la esquina, como se dice en el argot popular, Luis Castillo ha despertado el interés de varios elencos en ambos circuitos rumbo a la citada fecha límite de cambios a comienzos de agosto.

La información

Jon Heyman del New York Post, una de las voces autorizadas dentro del universo periodístico, aseveró que entre los principales candidatos están los Padres de San Diego y los Mets de Nueva York, dentro de la misma Liga Nacional, además de los Mellizos de Minnesota en la división central de la Liga Americana; todos contendientes por puestos en la postemporada y necesitados de un brazo fuerte en su rotación.

La información detalló que los interesados sostendrán conversaciones con el gerente general de los Rojos, Nick Krall y su personal desde los próximos días y por casi mes y medio.

Sin trabas

La parte económica no debe ser un problema para ninguno pues Castillo afronta esta campaña con un salario de 7,35 millones, sin dudas accesible para las billeteras de las franquicias en pugna.

En seis temporadas en Las Mayores, el nacido en Bani, compila una forja de 42 y 53, con una efectividad de 3,71 y 819 ponches en 758 entradas de actuación; guarismos para nada despreciables si volvemos a detallar que la versión actual de los Rojos de Cincinnati no es ni la sombra de aquel nutrido grupo de peloteros, Joey Votto, Jay Bruce y Brandon Philips; un equipo ganador y dominante en los comienzos de la segunda década del siglo, siempre presentes en postemporada; Castillo ha vivido la otra parte de la historia y eso es lo trascendente, así y todo, cuenta con números muy buenos.

Un cambio de aire no le vendría nada mal a Castillo, quien además vería sin dudas incrementada su competencia como pitcher de cabecera y entonces ya en ese punto, sería otra historia.