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Seis entradas, 6 ponches, cero bases por bolas y ninguna carrera, mejor comienzo imposible y en la mirada de asombro de Deivi García ese día, un 30 de agosto, hace más de dos años ya, en la mirada de Deivi se notaba la emoción contenida, estar allí, de una vez, dando el salto, el gran salto, ese que todos anhelan y hacerlo bien, excelente incluso, tal como lo tildaron muchos por aquel entonces.

Había asombro, se palpaba, era imposible no sentirse así, había asombro, pero también orgullo, orgullo por llegar, por vestir el uniforme a rayas de los Yankees y lanzar así, con tan solo 21 años, pero con la ecuanimidad y el aplomo de los grandes.

Fue ante los Mets de Nueva York, una joya, de esas piezas de colección sobre la cual se escriben decenas de crónicas y, aun así, no alcanzan.

La promesa

El dominicano ilusionó a todos en el Bronx, a Brian Cashman, a Aaron Boone y a la exigente fanaticada y refiere el New York Post que después de sus primeras 4 aperturas, sus números, avalados en una efectividad de 3,28 y una espléndida tasa de ponches de 24,2%; esos guarismos eran razón más que suficiente para pensar en grande con Deivi.

Por aquel entonces, MLB.com situaba al quisqueyano como el tercer prospecto dentro del sistema de granjas de los Mulos y no podía ser diferente, los hechos daban la razón, con más veras después de aquel verano de película.

Sin embargo, también como sucede tantas veces, el criollo debió sortear problemas con el control, además del duro escollo de las lesiones y contra todo pronóstico regresó con el equipo grande en 2021, aunque en dos aperturas con los Bombarderos su promedio de limpias de 6,48 echó por tierra el precedente anterior, cuando aquel debut soñado ante los Mets.

Fue otra cara, una bien diferente y poder regresar a un montículo en Grandes Ligas le ayudó a sopesar de buena manera los números malísimos de esa campaña en triple A, hablamos de una efectividad de casi 7 en poco más de 90 tramos de labor.

Nueva oportunidad

A pesar del marcado desplome, Deivi recibió la invitación a los Entrenamientos de Primavera allá por marzo último y no lo hizo mal, de hecho, su actuación dejó abierta hasta último minuto la posibilidad de ser incluido en el roster de 40, pero no pasó.

Otra vez en Ligas Menores, Deivi García extendió las pautas del guion de 2021 y a los problemas con el control se le añadió sus padecimientos de salud, los mismos que lo llevaron a estar fuera de acción por varios meses.

No obstante, cuando todo pintaba difícil para el antillano, como por gracia divina, tuvo tiempo de regresar y estabilizó bastante su rendimiento en la recta final, al punto de ser llamado otra vez al primer equipo en septiembre.

El dilema

En este punto, ya con el 2023 a las puertas y Deivi rumbo a los 24 años, una idea está bien clara y es que la próxima temporada debe ser de todas las maneras posibles, la de su consagración o la del fracaso con Yankees.

¿Ser o no ser? aquella duda existencial que se planteara William Shakespeare en voz de Hamlet, esa duda emerge otra vez con el dominicano García envuelto en hipotéticos rumores de cambio; es el gran dilema que debe afrontar con los Mulos en este 2023, refrendar su calibre encima del box o de lo contrario voltear la mirada en pos de encontrar un nuevo horizonte.