Canó se fue de 3-2 con una base por bolas y dos carreras en la victoria del jueves 5-1 sobre Washington.

Canó continuó con una fuerte primavera en el primer juego de la temporada regular, convirtiendo un par de sencillos y una base por bolas en dos de las cinco carreras de Nueva York. El veterano se perdió toda la temporada pasada debido a una suspensión por PED, pero bateó .316 durante la temporada abreviada de 2020 y parece que todavía tiene vida en su bate. Se espera que Cano registre la mayor parte de su tiempo como designado esta temporada.

El dominicano titularizo en la segunda base y como quinto bate en el lineup de los Mets. Despues del partido, Cano converso con la prensa y dijo: “Siempre es bueno estar en el campo y poder jugar el juego que amo. Es algo que no puedes describir”.

La historia de los Mets y Robinson Canó es extraña, y nunca ha sido más extraña de lo que es ahora. Como complemento costoso al canje de Edwin Díaz/Jarred Kelenic, los Mets esperan que Canó, que viene de una suspensión de un año por uso de drogas para mejorar el rendimiento, pueda ser una pieza útil y productiva para el equipo.

Canó tiene 39 años y no ha jugado más de 107 partidos en una temporada desde 2017, perdiendo la mitad de 2018 por sanción y parte de 2019 por lesión. En la temporada abreviada de 2020, Canó se parecía más a su antiguo yo, aunque con una capacidad limitada. En esa temporada, Canó fue titular en 13 partidos como DH y descansó 11 de los 60 partidos. Quizás esta sea una señal de que una carga de trabajo más reducida permitirá a Canó ser más consistente en el plato, lo que encajaría muy bien en lo que los Mets esperan que sea su papel.