Mejor no ha podido ser la temporada del boricua Francisco Lindor para la causa de los Mets de Nueva York, siendo uno de los principales baluartes de la ya asegurada clasificación de este conjunto a la postemporada de las Grandes Ligas.

El puertorriqueño, que actualmente está afrontando su octava campaña en las mayores, pero apenas su segunda en la ‘Gran Manzana’, ha podido establecer una marca a nivel personal en la jornada de este sábado, cuando los Mets visitaban por segundo día corrido a los Atléticos en Oakland.

Y es que Lindor, hoy alineado como tercer bate, en el mismo primer episodio conectara un elevado de sacrificio que lograra traer a Jeff McNeill hacia el plato para abrir la pizarra en el ‘Ring Central Coliseum‘, pero con el detalle que sería su centésima carrera empujada en lo que va de temporada regular, la cantidad más alta que ha podido lograr en toda su trayectoria.

Con esto, Lindor es el segundo pelotero de este equipo en el 2022 en llegar a las 100 remolcadas, siendo Pete Alonso el primero en haberlo logrado, teniendo ambos la misma cantidad de encuentros disputados este años, es decir, un total de 152 juegos.

No es ningún secreto que entre Lindor y Alonso se han cargado la ofensiva metropolitana a sus hombros, cuya única preocupación en los actuales momentos es poder ganar el banderín en la división Este de la Liga Nacional, en una lucha titánica que están afrontando con los Bravos de Atlanta.

Cabe destacar que el puertorriqueño había alcanzado su tope personal de 92 carreras impulsadas en el 2018, cuando vestía el uniforme de los Indios (hoy Guardianes) de Cleveland, en la cual también destacara por conectar lo que fuera su mayor cantidad de cuadrangulares en lo que lleva de carrera, con un total de 38 estacazos.

Todavía restando 10 partidos para culminar esta fase regular, Lindor aún tendría posibilidad de seguir abultando sus números individuales, más considerando que ha tenido que asumir un rol más protagónico en Nueva York con la ausencia ya prolongada del dominicano Starling Marte, pero sin llegar a deslucir en ningún momento.