¿Qué se puede hablar de Randy Johnson?, pues sí, pareciera que todo se ha dicho sobre “La Gran Unidad”, pero al mirar en perspectiva su figura sigue impresionando; las 22 temporadas jugadas, los más de 300 juegos ganados, los casi 5000 ponches y esa efectividad de 3,15 por solo aludir a los números clásicos.

Trece años después de su retiro, allá por 2009, vistiendo la franela de los Gigantes de San Francisco, todavía dejando una forja de 8-6, así como una efectividad de 4,88; trece años después, al verlo en fotos y videos de aquellos años, no queda más que agachar la cabeza, después levantarla y aplaudir.

En este punto, adentrándonos en el contexto actual, mientras se disfrutan estos días de Serie Mundial, evocamos la impronta de esta leyenda una vez más y para ello nos remontamos hasta aquel lejano 2001, hace ya veintiún años.

El hito

Por aquel entonces, Johnson había jugaba con los Cascabeles de Arizona, equipo al que había arribado en 1999 y en donde estaría por espacio de 6 años, poniendo su nombre bien en alto, como uno de los mejores lanzadores de todos los tiempos.

La épica de Randy Johnson afianza un precedente descomunal a la luz de nuestros días y es que el imponente zurdo fue capaz de ganar cuatro premios Cy Young de forma consecutiva entre 1999 y 2002, ganando más de 20 juegos en 2001 y en 2002.

No obstante, el gran momento de Johnson habría de llegar en el ya referido año 2001, cuando a poco más de un mes del derribo de las Torres Gemelas, asumió los jalones de líder y guió a Arizona a la conquista del título en la Serie Mundial.

La marca de Johnson

La particularidad de aquel momento, radica en que Randy ganó 3 partidos, incluyendo una lechada y un relevo memorable en el último desafío, aquel que decidiría Luis González con sencillo al jardín central con bases llenas, ante los envíos de Mariano Rivera.

Cuenta MLB Network que Johnson ha sido el único lazador que en los últimos 50 años ha logrado semejante actuación.

Para darle mayor connotación al asunto y de acuerdo con Baseball Almanac, el otro precedente en este sentido se remontaba al año 1968, cuando Mickey Lolich, jugando para los Tigres de Detroit ganó tres desafíos a los Cardenales de San Luis.

Hoy, con el paso del tiempo y en una especie de modesto homenaje, recodamos aquel glorioso octubre cuando Randy Johnson tocó el cielo de Arizona.