Mientras el tiempo sigue avanzando, cada vez estamos más cerca de ver historia en el béisbol de las Grandes Ligas. La leyenda de los Cardenales de San Luis, Albert Pujols, se aproxima de manera firme a la marca de los 700 jonrones de por vida en su temporada de despedida, algo que hace meses parecía imposible pero que ahora por como se están dando las cosas, es totalmente factible.

Solo hoy se encargó de despachar su cuadrangular número 697, lo que lo coloca como ocupante en solitario de la cuarta plaza en el ranking de todos los tiempos, la cual ocupaba su compatriota Alex Rodríguez, exfigura de los Yankees de Nueva York. El bambinazo contó con el aval de todos los presentes a pesar de producirse en un campo visitante, específicamente en la casa de los Piratas de Pittsburgh.

Mucha emotividad

No obstante su estacazo de vuelta completa de ayer contó con un momento en la tribuna que seguramente quedará enmarcado dentro de las curiosidades más bonitas de la historia del rey de los deportes. Después de salir del madero del Tío Albert la pelota que a la postre representó su vuelacerca 696, varios fanáticos se abrazaron en la tribuna unidos por las lágrima de la emoción.

La postal fue cuanto menos, demasiado emotiva. Ver a una de las principales estrellas que ha dado el béisbol y con total seguridad el mejor pelotero latino de todos los tiempos es sin lugar a dudas algo que llena de orgullo y a la vez de nostalgia.

En el audiovisual se puede observar como un par de hombres, probablemente con parentesco entre ellos, comparten la hazaña de La Máquina en medio de un sentido llanto. ¡Momentazo!