Como diría en su tiempo el célebre Romaind Rolland en uno de los capítulos de su  novela Juan Cristóbal: “… Hay que creer lo que se piensa y sostener lo que se cree, cualesquiera que sean nuestras fuerzas está prohibido abdicar” y quizás, sin saber de Rolland, ni de Juan Cristóbal, Alexander Canario pensó en su día que podía llegar a Grandes Ligas, como otro de tantos dominicanos talentosos que aspiran a brillar en lo más alto del béisbol.

Cuenta Sport Ilustrated que hace siete años, en 2015, Canario no poseía el pedigrí de otros jugadores de su generación, pero igual, los Gigantes de San Francisco decidieron darle la oportunidad y dos años después, en su debut como profesional, el quisqueyano la quemó, como se dice en el argot beisbolero, durante su incursión en la Liga Dominicana de Verano, dejando una hoja de corte de 294/391/464.

Su ascenso estaba pautado, era cuestión de tiempo y en 2019, Canario validó su prominente vocación ofensiva en la Liga de Arizona bateando para 301 de average, justo antes de la prolongada pausa en 2020.

El cambio

Para 2021, luego de retomar las acciones, Alex Canario era una de las joyas de los Gigantes de San Francisco y la gerencia no dudó en apostar por él como pieza de cambio con los Cachorros de Chicago, en pos de obtener a Kris Bryant.

Había tenido un comienzo lento en la filial clase A del elenco de la bahía, narra MLB.com, pero pudo sacar la casta y terminar a buen ritmo antes de ser cambiado; sus 9 jonrones, 14 dobles y tres triples, fueron la antesala de lo que vendría…

El show de Alex Canario

Desde el comienzo de la temporada actual, el caribeño ha eclosionado en todos los renglones del juego, tanto a la defensa en los jardines, como con el madero y su marcada evolución lo llevó desde el nivel clase A hasta el ascenso a triple A, a finales de agosto y Canario ha sido un show.

En líneas generales, sus números hablan a las claras de su impacto, una hoja de corte de 252/339/552 con 34 cuadrangulares, sumando su recorrido en las filiales de los Cachorros, sus registros permiten entrever que su llegada a Las Mayores con el equipo grande está cerca, tal vez en algún punto de la venidera zafra.

El pasado martes, vistiendo la franela de Iowa, sucursal triple A de los Cachorros, el criollo tuvo una jornada histórica de tres jonrones, rompiendo la mala racha de sus primeros 11 juegos con su nuevo equipo.

Fueron tres batazos enormes, con 4 carreras impulsadas y Canario se erigió como líder de su escuadra en la victoria 12-11 sobre Omaha, filial de los Reales de Kansas City.

Y así, aquel joven con el que pocos contaban en 2015, el mismo que nunca dejó de creer y de luchar por sus sueños está forjando su propia historia y en 2023, podríamos verlo pisar la grama de un estadio en Grandes Ligas.