El lanzador estrella de las Grandes Ligas, Justin Verlander, verá su regreso al terreno de cara a la campaña del 2022, luego de ver pausadas sus actividades a solo una apertura en 2020 y haberse perdido posteriormente todo lo que fue la temporada del 2021.

La inactividad del jugador durante este lapso se vio interrumpida a causa de las lesiones, empezando en 2020 con la llegada de una distensión muscular en el antebrazo, recurriendo de forma póstuma a una intervención quirúrgica con la cirugía Tommy John para perderse todo el 2021.

Antes de la aparición de la lesión, Verlander había tenido gran éxito previamente entre el 2018 y 2019 con los Astros de Houston, en ambos años sobrepasando las 30 aperturas y los 200 innings lanzados, combinando entre ambas campañas mencionadas una efectividad de 2.55, efectividad ajustada a la media de la liga de 172 (72 puntos mayor al promedio), así como la efectividad independiente a la defensa de 3.03.

Justin Verlander hará su regreso con los Astros para el 2022 con un sueldo de US$25 millones para dicha campaña, pacto de contrato que además incluye una opción para un segundo año del jugador sobrepasar los 130 innings lanzados en 2022, que por igual será con salario de otros US$25 millones de la opción lograrse activar.

Principales interrogantes con el regreso de Justin Verlander

 

Ver el regreso al terreno de un jugador luego de la cirugía Tommy John entre las principales preguntas se mide obviamente que el efecto póstumo y previo en su juego, que para Verlander estará sujeto principalmente en que tanta velocidad ganó o perdió luego de la cirugía, lanzador que ha dependido de su recta en más de un 50% de uso en su carrera.

Con relación a su repertorio y que tanta velocidad ganará o perderá, otra preguntas evidentemente que nacen, como por ejemplo que tan efectivo será su Slider que en la carrera del jugador ha representado su segunda opción de lanzamientos. Pese a ser efectivo en 2019 el Slider de Justin Verlander tuvo un quiebre horizontal de 4.1 pulgadas de movimiento y 30.2 pulgadas de rompimiento en el movimiento vertical, siendo peor a la media de la liga que usó dicho lanzamiento por -2.3 pulgadas.

El rompimiento o quiebre en el movimiento de un pitcheo expresado en pulgadas, se analiza por las tantas pulgadas horizontales que genera y las tantas pulgadas verticales que carece en su llegada al plato.

Otras preguntas claramente están reflejadas hasta que tanta será la durabilidad del jugador sobre el montículo, quien ya nos tiene acostumbrados a más de 30 aperturas en un año normal, por lo que viendo incluso la opción en su contrato de que para asegurar un segundo año debe alcanzar un tope de entradas es fácil deducir que incluso en el equipo se tiene en duda el factor durabilidad, además de un lanzador que se encuentra en la prostimeria de su carrera cuando ya supera los 38 años de edad.