Este fin de semana en Busch Stadium en el duelo de históricos entre Cardenales de San Luis y Yankees de Nueva York emergieron varias historias; una barrida, un reencuentro, una venganza y una lección de resiliencia única que sigue impresionando a todos.

Los Cards se impusieron 4-3 el pasado viernes, en el regreso del sensacional Matt Carpenter, al lugar donde comenzó su carrera, con un renacido Paul DeJong pegando un doble decisivo que aportó las dos carreras de la victoria.

Horas después, Jordan Montgomery lanzó cinco entradas encomiables, una joya contra los Mulos de Manhattan, sometiendo a los mismos que una semana antes habían sido sus compañeros para que los Cards ganaran 1-0.

El colofón

Y este domingo en la tarde, los pájaros rojos sellaron la barrida, histórica, la séptima victoria en fila, con una ofensiva desbordada de 11 hits, dos de ellos del mismo Paul DeJong, incluido un cuadrangular y 4 carreras impulsadas.

La sensación fue única, de un récord de 18-27 entre mediados de junio y julio, San Luis pasó a hilvanar una racha ganadora que los tiene de líderes en la división central del viejo circuito.

Con el out 27, las emociones se desbordaron, barrer a los Yankees es como ganar la Serie Mundial y los Cards están jugando un béisbol hermoso que da gusto ver, dejando la sensación de poder contra todos, tal como lo contó Nolan Arenado a MLB.com.

La figura

Y se ganó y se vivieron instantes épicos, con tonos de gloria, casi homéricos pero si una figura se robó el show fue Paul DeJong.

Una semana atrás, DeJong estaba a la expectativa sobre volver o no con los Cards, con el equipo grande,pues llevaba dos meses y medio en triple A con Memphis Redbirds después de salir el 10 de mayo último de la lista de 40.

Y en 8 partidos DeJong, que había perdido su swing, su consistencia de novato de élite y la gerencia tuvo paciencia, era el titular, el preferido de la afición, un diamante en bruto que debía ser pulido todavía, ese DeJong mediocre y bien malo ha quedado atrás.

Números

En 24 juegos, solo bateó 130 con vuelacercas, tras su regreso, en 8 partidos sostiene un average de 240 con 3 jonrones, 3 dobles y 10 carreras impulsadas.

Sin dudas Paul DeJong recuperó su mejor versión, renació, resucitó y es la mejor noticia para los Cardenales y su afición.

La terapia, el tener que reinventarse y ajustar otra vez la mecánica, todo dio resultado y fueron casi 20 jonrones en triple A, llegaba el momento de regresar, lo hizo y fue mágico.

Y tal vez para cerrar con broche de oro, el batazo de DeJong, no fue un jonrón cualquiera, fue el número 100 de su carrera; la gente aplaudía y entre abrazos y sonrisas de emoción, Paul DeJong solo atinó a levantar su mano en señal de saludo.