Después de tantas dudas y momentos de angustia, parece que finalmente los Padres de San Diego conseguirán su primer gran objetivo para esta temporada 2022 de las Grandes Ligas: clasificar a los playoffs. Con récord de 86 victorias y 71 derrotas se ubican en la segunda posición del wild card de la Liga Nacional, con 1.5 juegos de diferencia por encima de los Phillies de Philadelphia y 2 sobre los Cerveceros de Milwaukee.

A falta de 5 jornadas para que acabe la fase regular del presente curso, los Frailes tienen de cara su clasificación, ya que depende de ellos mismos y al mismo tiempo, el desempate head-to-head que se implementaría este año en caso de igualdad en la tabla les favorece con la novena lupulosa (pero no ante los de la campana).

Tras la gran dificultad impuesta por las sistemáticas lesiones de varios de sus principales elementos y luego de haber podido contar con Fernando Tatis Jr. durante toda la campaña, los californianos que visten de marrón y oro pueden respirar un poco, al menos mientras concretan su pase a la siguiente ronda.

Trío de ensueño

Sin embargo, el objetivo de los dirigidos por Bob Melvin no debe confundirse. El cuadro de San Diego está confeccionado para lograr llegar a la Serie Mundial y ganarla. Para eso hicieron una inversión multimillonaria en peloteros de primera categoría e incluso, un mánager probado en el juego como lo es Bob Melvin.

No pelear al menos un lugar en el Clásico de Otoño sería un verdadero fracaso para los Padres. Por esa razón, ya están viendo con mucha antelación y planificando con bastante mimo lo que sería su rotación de abridores en la postemporada.

Según avizoran algunos especialistas, la novena que hace vida en el Petco Park podría implementar una planificación de solo 3 brazos, aunque eso sí, de mucho nivel. El primero en aparecer sobre el montículo sería el japonés Yu Darvish, un hombre que posee récord de 16-8, con una efectividad de 3.10 y 197 ponches en 30 presentaciones.

Para el segundo encuentro, el escogido sería el zurdo ex de los Rays de Tampa, Blake Snell, quien posee números más modestos que los de su contraparte nipón (foja de 8-9, efectividad de 3.47 y 165 ponches), pero que cuenta con el plus de ser el único que tiene un premio Cy Young en sus vitrinas.

Y para culminar con la terna de lanzadores iniciales, entraría en acción Joe Musgrove, otro serpentinero que ha tenido excelente año (10-7, efectividad de 3.03 y 177 ponches).

¿La mejor de todas?

Decir que no hay mejor cuerpo de iniciadores que el de los Padres de San Diego puede ser algo legítimo por estos días. Los Mets tienen a Max Scherzer y a Jacob deGrom, pero eso es una dupla y encima, el último mencionado ha experimentado serios problemas de salud debido a lesiones repetidas.

Por otro lado, se podría hablar de los Dodgers con Clayton Kershaw, Tony Gonsolin y Julio Urías, pero al segundo lo aqueja un problema en el antebrazo y no lanza desde agosto.

Entonces, llegados a este punto sí lo podemos afirmar: los Padres de San Diego llevarán a los playoffs, al menos en el papel, al mejor tridente de abridores de la MLB.