La camiseta número 5 en el vestuario de los Cardenales de San Luis ya forma parte de una especie ritual; es el símbolo del regreso de Albert Pujols a Bush Stadium y con ello, regresa también el mayor momento de gloria del equipo en lo que va de siglo.
Todo ha encajado de manera perfecta y la escena no se pudo preparar mejor para la vuelta a casa del gran ídolo; en redes sociales, en los terrenos donde han jugado los Cards en esta pretemporada; una simbiosis ideal para que la afición vuelva a soñar.
Felicidad total
Todos están felices, desde Oliver Mármol, el nuevo dirigente de los Cardenales hasta el talentoso Harrison Bader, todos saben que la presencia de Albert en la escuadra es como la de un viejo tótem capaz de lograr lo imposible.
Y bueno, Pujols regresa hoy de manera oficial a una alineación de los Cardenales de San Luis y lo hará como cuarto bate, en el juego que enfrentará a los pájaros rojos contra los Nacionales de Washington.
Pujols regresa, once años después de aquel séptimo partido de la Serie Mundial de 2011, frente a los Vigilantes de Texas.
Histórico juego siete
Ese día, 28 de octubre de 2011, los Cardenales de San Luis ganaron 6-2 y se coronaron por segunda vez en seis años, para darle la mejor despedida a Pujols.
Diez años atrás, había comenzado la historia y de que manera, premios MVP, anillos de Serie Mundial y diez temporadas con más de 300 de average, 30 o más jonrones y 100 o más impulsadas.
Volviendo a la Serie Mundial de 2011, para muchos el mejor Clásico de Otoño en el siglo XXI, por la forma en la que los Cards remontaron la desventaja de 3-2, con un descomunal David Freese en el juego seis.
El hito
En aquella final, Pujols registró la que es considerada por muchos entendidos como la mejor actuación ofensiva en Clásicos de Otoño; tres jonrones en un mismo partido.
El suceso ocurrió en el juego tres y sirvió para remontar una desventaja de 5-6 en contra de los Cardenales.
Como un grande se despidió Albert Pujols entonces y hoy, once años después, regresa al diamante con el equipo de sus amores y la mística se vuelve a revivir.