Comenzar es así no es descabellado, no, es cierto que las analogías quedan en estado medio irreal, pues Abraham Lincoln esta en lugar apartado, muy encima dentro de la historia de Estados Unidos y Derek Jeter forma parte de también de la historia, de la misma cultura popular como los fue Babe Ruth, pero igual es más local, menos trascendente.

No obstante, la idea de Walt Whitman con su poema dedicado al célebre presidente trasciende y nos permite evocar en ese homenaje, otro homenaje a la figura de Jeter, un ídolo de multitudes, un símbolo de la esencia misma de Norteamérica desde el sur profundo hasta el gélido Norte; una mezcla de afroamericano con irlandeses y hoy, en el momento del cumpleaños 48 del legendario pelotero, es el mejor homenaje.

Todos conocen a Jeter

¿ Quién no sabe de El Capitán?, ¿ Quién no lo admira y conoce o busca conocer?, Jeter esta en todos lados, en los taxis de Nueva York, en los carteles de los edificios en su placa de Cooperstown, en las portadas de los periódicos, en Fox News, en el New York Times, una sonrisa, dos, tres y es un gesto suyo que lo identifica por siempre, en todos lados, desde aquel año 1996 cuando debutó a los grande con los Mulos de Manhattan, hasta ese hit ante los Orioles para decidir un juego en septiembre de 2014 y sellar así su despedida de los diamantes.

Podría comenzar por ahí, por el final pues la mejor manera de definir su legado, siendo aclamado como un  héroe en Yankee Stadium, olvidando sus 40 años, naciendo y volviendo a nacer para dejar sentado que es único, llorando, aplaudiendo, riendo otra vez para recordar que un momento, allá a comienzos de los 90, cuando todo empezó, estuvo a punto de ser bajado y sacado del béisbol cuando casi ni supera la llamada línea Mendoza, los 200 de average; o cuando casi une su destino a los Astros de Houston y meses después el viejo Steinbrenner casi lo cambia a los Marineros, pues no confiaban en los jóvenes; Jeter sonríe al recordar esos momentos en documentales, como el de su hit 3000, en entrevistas, en Sport Ilustrated, en el Times, en el Post.

Postales

Hay momentos únicos para resumir su carrera, MVP en la Serie Mundial del 2000, luego aquel mítico jonrón en noviembre frente a Arizona para ser el primer en hacerlo en la historia, Míster November, y muchos los recuerdan así, o por el anillo de 2009, aunque quizás, el acontecimiento que logre cerrar el ciclo sea ese del hit 3000.

En el documental de HBO se logra ver los instantes emotivos del suceso, la lesión, el regreso a Ligas Menores en 2011, el viaje a Tampa, el retorno frente a Cleveland y después el día, frente a Tampa Bay, contra el indomable David Price, segundos electrizantes, sobrados de emoción, la sangre fluye en tropel, el corazón se quiere parar y Jeter la saca de línea por el left field para hacer historia y entrar por todo lo alto al mítico club.

Y es Jeter en la cultura popular, en el deporte, en la mentalidad de los personajes de Paul Aulster , Cormac McCarthy y David Sallinger, como hombre de familia, como un referente social, jamás fue expulsado, siempre un caballero, sonriendo, siendo amable con todos, hay mil maneras para entenderlo y saber que es el, Derek Jeter, El Capitán, uno de los hombres mas grandes que ha dado el béisbol en los últimos cincuenta años.