Los Yankees de Nueva York que hace solo tres meses eran incomparable, ahora ingresan a otro invierno certeza de su futuro.

Los Astros son los reyes indiscutibles de la Liga Americana, utilizando más a menudo a los Yankees como su trampolín desde 2017, y ahora la racha sin banderines de los Yankees se extiende por 13 años, un lapso en el que siete equipos de la Liga Americana han llegado al Clásico de Otoño.

Los Yankees deberían comenzar respondiendo dos grandes interrogantes: La continuidad de Aaron Judge y de Aaron Boone con el equipo. Al menos con el primero, el proceso debería culminar con él recibiendo un contrato que comienza con un 3 seguido de muchos ceros.

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Los Yankees se quedaron al margen mientras cinco campocortos de élite encontraban hogares nuevos y en gran parte lucrativos. En cambio, salieron del paro buscando ganar en los márgenes, intercambiando acuerdos para adquirir al campocorto Isiah Kiner-Falefa y al tercera base Josh Donaldson, en el caso del primero se convirtió en el gran villano del juego de eliminación.

La lógica detrás del mismo era que buscaban un alquiler mientras esperaban a los prospectos del equipo. Como era de esperar, los niños llegaron – Cabrera el 17 de agosto, Peraza el 2 de septiembre – pero ninguno estaba listo para el horario de máxima audiencia. Por desgracia, se habían convertido en una necesidad porque al final de la temporada, el OPS ajustado de 84 de Kiner-Falefa y el porcentaje de embase de .314 eran una responsabilidad ofensiva. Combine eso con el peor OBP de .308 de la carrera de Donaldson y una postemporada abismal: 5 de 29, un extrabase, un grupo de abucheos en el Yankee Stadium, y casi la mitad de la alineación de los Yankees fue dominable.

El principal movimiento de los Yankees en la temporada dejó un mal sabor de boca. Josh Donaldson esta en un marcado declive. Gleyber Torres se ha consolidado como un irregular jugador. Anthony Rizzo bateó .221 AVG con un .771 OPS desde el 3 de Julio mostrando su versión real, una mas parecida a su 2020, 2021.  Los Yankees en el papel tienen a Trevino, Higashioka, Bader. Gleyber, Cabrera, Peraza, Stanton como su núcleo ofensivo asegurado para 2022, ninguno de ellos fue un bateador por encima de un 113 OPS+.

Los Yankees incluso con Judge tienen una ofensiva que carece del talento suficiente para ser elite.

La brecha entre los Yankees y los Astros no ha hecho más que crecer. Quizás algo de eso sea intelectual; los Astros siguen siendo una máquina absoluta, todavía tarareando en gran parte gracias a las partes sobrantes del régimen del ex gerente general Jeff Luhnow avergonzado. Los procesos solo parecen aún más simplificados ahora.

Pero parte de ello es intención. Los Yankees siguen siendo los reyes de los ingresos del universo, sin importar cuántos dólares invierta en su empresa el hermano del fondo de cobertura al otro lado de la ciudad.