Sí, 720 mil dólares fue la suma que tuvo que pagar un coleccionista por una tarjeta de béisbol superando el récord anterior de 700. La pieza data de 1954 y se encuentra en perfectas condiciones. Es prácticamente digna de estar en un museo.

Este viernes en la mañana abrió con el desprendimiento de la “módica” suma de 720 mil dólares de un amante de las tarjetas de béisbol anoche. La tarjeta de novato del ’54 de Hank Aaron fue la codiciada pieza.

Incluso póstumamente, Hank Aaron continúa estableciendo récords ya que una de sus tarjetas de novato se vendió por más de $ 700K, lo que la convierte en la tarjeta de Aaron más cara de la historia.

La famosa pieza Topps de 1954 de Aaron recaudó $720,000 en una subasta el jueves por la noche, superando fácilmente el antiguo récord de $645,000 para una tarjeta de Hank.

La tarjeta vendida por PWCC es una de las 25 con calificación PSA 9 (hay dos 10) de más de 6,000 examinadas por la compañía.

Los funcionarios de PWCC informaron que se vendió por un precio asombroso porque la tarjeta “es una de las mejores del mercado“… y “se encuentra entre las tarjetas de béisbol más reconocidas y respetadas de la industria”.

El frente de la tarjeta presenta dos imágenes de Aaron cuando era miembro de los Bravos de Milwaukee. La parte de atrás mostraba algunas de las estadísticas y datos divertidos de Aaron. Se le dio una calificación de 9, lo que significa que todavía está en casi perfectas condiciones.

“En pocas palabras“, dijeron los funcionarios de PWCC sobre la pieza, esta tarjeta pertenece al Salón de la Fama del Béisbol. Es un tesoro nacional”.

Durante su campaña de novato con los Bravos, Aaron arrasó en las Grandes Ligas jugando en 122 juegos con el equipo mientras registraba un promedio de bateo de .280 y conectaba 13 jonrones.

Hammerin’ Hank” continuaría teniendo una carrera icónica en el Salón de la Fama, estableciendo el récord de la mayor cantidad de jonrones (755 en 23 temporadas) una marca que solo ha sido superada por otro, Barry Bonds ( 762).

Se desconoce quién es el afortunado comprador de la tarjeta, pero es seguro decir que habrá amanecido muy feliz.