¡Es hoy!, no hay mañana y la exclamación retumba como si de un grito de guerra se tratase y hasta cierto punto es así, pues para los Filis de Filadelfia no hay mañana, tienen que dejar todo en el terreno si quieren aspirar a un séptimo juego siquiera.

Y sí lectores en unas horas comenzará el sexto partido de la Serie Mundial y muy pocos creen en el milagro de una remontada, menos con el dominicano Framber Valdez en la lomita del Minute Maid Park, allí frente a su afición, con el precedente de esas 6 entradas de calidad en el segundo partido del Clásico de Otoño; pocos lo creen, pero Rob Thomson y su grupo se aferran al milagro, más bien, no le queda de otra.

El contexto

Luego del éxito 7-0 en el juego 3 con 5 batazos descomunales ante Lance McCullers, la artillería de los Filis se ha apagado por completo con solo 2 carreras en los últimos 21 innings, tal como reseña MLB.com y sus principales bujías bateando para menos de 200 de average en este tramo.

No hay mañana, es hoy y saldrá Zack Wheeler, pero si deben salir todos los lanzadores del bullpen lo harán y Thomson sabe que es así, este no es el momento de estar pensando en reservar una carta para el último partido, no, de no ganar hoy, todo acabó, así de simple; entonces estarán Wheeler, Ranger Suárez, José Alvarado, David Robertson, todos listos para asumir en el momento dado.

El factor X: Zack Wheeler

Como sea, los de Pensilvania confían en que su abridor de hoy suba al box en su mejor versión, no aquella del primer juego de la Serie Mundial, más bien la del pitcher de 12-7 en la temporada regular, el mismo que lució inmenso ante Mets, Cardenales de San Luis y Padres de San Diego.

Más allá de Wheeler y el factor del pitcheo, los Filis necesitan a Harper, está es su hora, el momento de sacar la casta y mostrar su condición de MVP para entonces tirar del carro como un héroe griego y liderar a los suyos a la victoria.

Habrá tensión desde el primer momento, eso todos los saben, la campaña puede acabar hoy con los Astros ganando su segundo anillo en cinco años, pero los Filis saben que hay que vencer si quieren soñar con el mañana.