Dos de las principales adquisiciones que le reclamó la afición de los Yankees de Nueva York a su equipo durante toda la temporada baja fue la incorporación de un nuevo campocorto y la de un inicialista. Los seguidores pedían calidad y categoría, hombres probados y un gasto de cientos de millones de dólares en algunas de las opciones que ofrecía la agencia libre.

Para el shortstop la gente daba como posibles alternativas a Carlos Correa, Corey Seager y Trevor Story, mientras que para la primera almohadilla sugerían a Matt Olson y Freddie Freeman como principales candidatos. Al final, ninguno de ellos llegó y las críticas no se hicieron esperar.

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El nuevo parador en corto de los Bombarderos fue Isiah Kiner-Falefa, el ex de los Rangers de Texas que llegó vía cambio desde los Mellizos de Minnesota junto a Josh Donaldson y el catcher Ben Rortvedt. Por otro lado, en la inicial el movimiento de los neoyorquinos fue bastante más conservador, enviando a Luke Voit a los Padres de San Diego y recontratando a Anthony Rizzo para que se volviera a encargar de cubrir el puesto 3.

Luego de las primeras semanas de competencia, mucha agua ha corrido bajo el puente y otras son las percepciones que se tienen en la Gran Manzana sobre esta circunstancia. No obstante, hay una pregunta que prima y es la siguiente: ¿Les salieron bien esas acciones a los Yankees? La de Isiah Kiner-Falefa ya la tratamos en un artículo anterior y la de Rizzo, la abordaremos hoy.

Ha valido la pena

En este momento de la zafra, parece que las cosas van sobre ruedas para los Mulos del Bronx. Por 16 millones de dólares han obtenido de él una línea ofensiva de .283/.411/.733, 8 jonrones, 18 carreras impulsadas y 13 anotadas.

A su vez, los Dodgers de Los Ángeles han visto batear a su flamante compra para la inicial, es decir, a Freddie Freeman, un hilo ofensivo de .324/.397/.515 y 3 cuadrangulares, además de apuntarse 9 rayitas remolcadas y 13 anotaciones. Eso sí, cobrando la friolera de 20 ‘melones’.

Asimismo, Matt Olson le ha aportado a los Bravos de Atlanta con su madero una línea ofensiva de .333/.438/.545, 2 bambinazos, 6 carreras fletadas y 10 anotadas. Su salario en 2022 está tasado en 15 millones de dólares.

Jugada maestra

A juzgar por los números, los Pinstripes han hecho un tremendo negocio en cuanto a la relación calidad-precio. Es cierto que ante la posibilidad de Olson están devengando más dinero, pero están recibiendo un mejor beneficio deportivo. Ahora, sí la comparación de Rizzo es contra Freeman, la ventaja yankee es abrumadora tanto en rendimiento ofensivo como en rentabilidad salarial.