Un juego de béisbol se puede ganar de muchas maneras. Los equipos deben cumplir en todos los aspectos para producir carreras y sobretodo para evitar que los contrarios tengan más anotaciones.

En esta última faceta, el pitcheo es fundamental para contener a la ofensiva contraria y cuando éste atraviesa malos momentos, la defensiva debe salir al ruedo.

El abridor de los Yankees en el juego 2 de la Serie Divisional, Néstor Cortés, había dejado en blanco a los Guardianes durante los primeros tres innings del encuentro, pero luego de retirar a sus primeros dos rivales en el cuarto episodio, se metió en problemas.

Permitió un par de imparables y otorgó dos boletos para permitir una anotación, no obstante, se ayudó a sí mismo con una gran jugada defensiva para controlar el daño y mantener a su equipo al frente en la pizarra en ese momento.

 

Con las bases llenas, Myles Strow, conectó un rodado de botes altos con peligro de seguir su rumbo al jardín central, pero el lanzador cortó su trayectoria con una gran maniobra para posteriormente lanzar desde el suelo y retirar en la inicial al corredor.

Tras cinco innings lanzados para el zurdo, realizó 92 envíos (64 en la zona de strikes) enfrentado a un total de 21 bateadores, permitiendo seis hits, un cuadrangular, dos carreras limpias, ponchó a tres y entregó tres bases por bolas.

A la altura del sexto inning, el juego 2 de la Serie Divisional entre Guardianes y Yankees se encuentra igualado 2-2.

JUEGO EN DESARROLLO