Habría que dar vuelta atrás en el tiempo, quince años para ser exactos y ahí, en esa temporada de 2007 podemos ver el gran año de Alex Rodríguez, una temporada en la que el estelar dominicano terminó con el premio MVP, luego de compilar números extraordinarios; 54 jonrones, 156 carreras impulsadas, además de un slugging de 645 y un OPS de 1067.

La hazaña de Rodríguez lo tiene ahí, como perpetuado en ese instante único y tal vez por ello la gesta ofensiva allá tardado tanto en igualarse, pero Aaron Judge quiere reeditar la historia, escribir la suya propia retomando un legado que parecía estar medio olvidado en la memorabilia del béisbol.

La idea

Antes de comenzar la actual temporada, el prestigioso portal, Fangraphs le daba a Judge una campaña con 276 de average, 36 jonrones y 95 carreras impulsadas; sin dudas números consistentes, válidos para pelear incluso por el MVP, además de que serían guarismos idóneos para buscar la tan ansiada extensión con los Mulos o un megacontrato.

Sin embargo, el arranque actual de la estrella de los Bombarderos, ha disparado dichas proyecciones rumbo al final de temporada; Judge ahora mismo, al instante de escribir este texto, promedio 307 de average, con 14 jonrones y 30 carreras impulsadas y su estimados apuntan hacia los 60 cuadrangulares y los 130 remolques, además de estar en el rango de los 300 de promedio.

En este punto, Judge se ubica como el gran candidato, no contendiente sino el favorito para llevarse el máximo galardón en la Liga Americana, por encima de un hombre como Mike Trout, el símbolo de la grandeza en el contexto actual, el zar, el emperador…

En busca de grandes hitos

A sus 29 años, también Aaron Judge podría estar emulando a Miguel Cabrera cuando ganó la triple corona de bateo en 2012 y este seria otro elemento importante a tener en cuenta respecto al impacto de El Juez en los diamantes.

Ya con la temporada cerrando su segundo mes de competencia y los equipos cercanos al juego 40, hay una realidad que cae por su propio peso, Judge es el mejor bateador de Grandes Ligas en estos momentos, por encima de todos, de Trout, de Ohtani, de Bogaerts, de Freeman, no hay nadie pegándole como Judge a la bola.

A propósito, el manager de los Orioles, Brandon Hyde, declaro a MLB que siempre Judge les ha hecho daño, pero en esta temporada ha sido demoledor, golpea cualquier pitcheo con su swing.

De igual modo, su compañero Jameson Taillon alegó que Judge esta chocando todo tipo de lanzamientos, rompientes, rectas en cualquier zona, tritura cualquier lanzamiento y eso lo vuelve casi imposible, pues puede hacerlo contra cualquiera y lo está demostrando.

Lo que pudo ser

Cinco años atrás, en 2017, cuando Judge ganó el Novato del Año, sostuvo un rendimiento ostensible que también lo pudo haber llevado a ganar el MVP; 284 de average, 114 carreras impulsadas y 52 vuelacercas y si tenemos en cuenta que fue el año del escándalo del robo de señas de los Astros, el galardón de José Altuve se empaña bastante y el beneficio de la duda da para pensar en todo.

Lo cierto es que cuando esta sano, a plenitud, Aaron Judge es como un monstruo de siete cabezas, poder, contacto, velocidad, a veces incluso parece de goma cuando lo vemos desplazarse en los jardines y dar esos saltos para fildear pegándose a las cercas; da gusto verlo jugar y todos miran su bateo, pero en las praderas, igual Judge es de los mejores.

Un nuevo reinado

Una idea emerge con fuerza a raíz de los acontecimientos, Judge es la cara de los Yankees, quien va sosteniendo el peso ofensivo del equipo y pieza clave para hilvanar esta racha de triunfos que tiene a los Mulos de líderes en todo el circuito con 28-10.

La corona de Mike Trout se tambalea y Judge parece no pensar en eso, solo se enfoca en mejorar su swing, aumentar las repeticiones y entonces al final, allá por octubre el resultado podría ser mucho mejor.