Mookie Betts se hubiera quedado en Boston si le ofrecían un contrato similar al que le dieron los Dodgers. Así lo declaró en día pasados al periodista Christopher Gasper del Boston Globe.

“Absolutamente, ese es el punto”, contó el jardinero que actualmente juega en Los Ángeles. “Ese es el meollo del asunto, que nunca me ofrecieron ese contrato. Por eso estoy donde estoy”.

Betts está en medio de un acuerdo de 12 temporadas y 365 millones de dólares. Llegó a California el 10 de febrero de 2020 en un cambio junto a David Price y dinero por Alex Verdugo, Jeter Down y Connor Wong.

Según el acuerdo actual, Betts permanecerá en Los Ángeles, a menos que lo cambien, hasta la campaña de 2032.

Betts llegó a los Dodgers con bombos y platillos y fue firmado por más de una década para convertirse en el rostro de la franquicia. Fue campeón mundial en 2020, su primer año con los azules y ya en 2018 había obtenido su primer anilo, título de MVP y liderato de bateo, pero con los de Nueva Inglaterra.

“Nunca tuve problemas con nadie en Boston”, contó. “Me gustaba jugar en esa ciudad, pero así es este negocio”.

Betts dice sentirse bien con los Dodgers y ama su estancia en la importante ciudad californoana. Le gustan los Dodgers y sabe qué es una pieza importante para los dirigidos por Dave Roberts. Y no se arrepiente de haberse ido a los azueles.

“Uno hace lo que tiene que hacer, así de sencillo”, declara a quemarropa. “Uno nunca puede dejar que otro te fuerce a hacer lo que no quieres hacer. Haz lo que debes hacer, lo que sea mejor para tu familia. No hay bueno o malo. Se trata de la decisión que tomaste y debes vivir con ello”.

Sabias palabras de un pelotero que sigue consechando éxitos y cabalgando con sencillez en el difícil mundo del super estrellato.