El número cero ha sido y seguirá siendo uno de los dorsales más polémicos en la historia del béisbol. Pocos son los peloteros que se han atrevido a llevarlo en su espalda y por lo general, se ha reservado para mascotas, bat boy y situaciones especiales.
A él se atribuyen todo tipo de supersticiones, desde malos augurios hasta quienes afirman que trae suerte a la novena donde uno de sus jugadores lo porta. En fin, hay teorías para todos los gustos, unas más alocadas y descabelladas que las otras, pero existen.
El ‘cero’ y los Yankees
A pesar de que los Yankees de Nueva York son el club más conocido y con más historia a nivel mundial en el deporte de las bolas y los strikes, durante su existencia solo 2 atletas han decidido colocarse el ‘0’ en la casaca.
De hecho, esto no ocurrió hasta hace muy poco tiempo, cuando en el 2019 el hoy lanzador de los Mets de Nueva York, Adam Ottavino, llegó a la organización y pidió la controvertida numeración. Ya la había utilizado en los Rockies de Colorado y siguió usándola luego al marcharse a los Medias Rojas de Boston.
¿Cómo le fue en ese tiempo? Pues, regular. Su registro como pitcher de los Mulos del Bronx fue de 8 victorias y 8 derrotas, con 2.76 de efectividad y 113 ponches en 84.2 entradas de labor. Nada especial que tenga que ver con la fama del numerito.
Adiós al último cero
El otro hombre que llevó el cero en su espalda se retiró de los diamantes justo en el día de ayer. Su nombre es Jordy Mercer, un infielder que solo disputó 6 encuentros con los Bombarderos en la zafra de 2020. Estas fueron las palabras con las que anunció el cuelgue de sus spikes, vía Twitter:
“Gracias a los que me han apoyado, especialmente a mi familia en cada paso del camino. ¡Es hora! Emocionado por el próximo capítulo.”
En el caso del ahora exjugador de 35 años existe una curiosidad, y es que mientras portó el cero, jamás saltó al terreno, sino que estuvo en la banca. Cuando por fin pudo jugar, ya se había cambiado el dorsal por el 22.¿Sería culpa de la mala suerte que le endilgan al cero?