Con mucha regularidad se debate en el mundo del béisbol sobre las especificaciones de los estadios, que si el Coors Field de Colorado ayuda en demasía a la ofensiva o si el Coliseo de Oakland ayuda demasiado al pitcheo, pero no se incluye con la misma intensidad aquellos estadios que combinan las dos cosas y son territorios perfecto para el juego de béisbol.

Se habla del Coors Field y el Fenway Park de Boston como los estadios que más ayudan la ofensiva o del Coliseo de Oakland y que el Oracle Park de San Francisco no lo hacen y ayudan más al pitcheo, pero no se incluye en la misma discusión al Minute Maid Park (casa de los Astros de Houston) como el parque que combina mejor los dos mundos y lo hace el punto perfecto para el juego.

Para demostrar esto usaremos la estadística Park Factor de Statcast, donde cien (100) como registro es el promedio de la Liga. Todo número superior a cien son estadios llamados a ayudar más la ofensiva, mientras números por debajo son parques de mayor soporte a los lanzadores.

Desde 2019 a 2021 el Coors Field de los Rockies de Colorado tuvo el más alto Park Factor con 114, seguido del Fenway Park de los Red Sox de Boston con 107, como contra-parte con Park Factor de 94 y 94 el Oracle Park de los San Francisco Giants y el Coliseo de los Atléticos de Oakland presentaron la cifra más baja.

En el lapso antes mencionado el Minute Maid Park se ubicó justo en el promedio de la Liga con 100 de Park Factor, un parque que bien ayuda a equilibrar las actuaciones ofensivas contra las del pitcheo y su soporte en el juego que detrás hace la defensa de los equipos.

Durante la campaña del 2021 en el Minute Maid Park de los Astros tras 81 juegos se conectaron 1,000 cuadrangulares, ocupando el puesto 18 entre todos los distintos estadios de las Grandes Ligas en la finalizada campaña.

Un dato al margen y fuera de las especificaciones del parque fue que en el Minute Maid Park en promedio asistieron 25,537 personas por juego en 2021, 6ta cifra más alta en asistencia promedio de los estadios de MLB en la mencionada campaña, por lo que junto a lo rico del terreno de juego del estadio, el apoyo y presencia de la fanática lo convierten en un mejor destino.

Además destacar la maravillosa obra arquitectónica que se esconde detrás de este estadio, teniendo desde un techo retráctil como césped natural. En juegos al día se puede a la perfección observar los rayos del sol y en las noches apreciar las estrellas, así como días de lluvia solo cerrar el techo y jugar sin dificultades.