Los Astros de Houston consiguieron ayer dos hazañas que parecían imposibles en la Serie Mundial, una muy distinta de la otra, pero en conjunto sumamente increíbles. En primer lugar, le propinaron un juego sin hits ni carreras a su similar de los Phillies de Philadelphia, algo que no ocurría desde 1956, única vez en la historia que una novena le hacía pasar dicha vergüenza a su oponente. En ese entonces, Don Larsen de los Yankees lanzón un juego perfecto frente a los Dodgers.

Por otra parte, los siderales acabaron con el invicto del Philly como local en esta campaña. En seis ocasiones los dueños del Citizens Bank Park habían jugado como locales y en todos esos cotejos salieron con la mano alzada. Sin embargo, ayer en el séptimo compromiso donde fueron home club, la magia se rompió.

De esta manera, la Serie Mundial 2022 quedó igualada a 2 victorias por bando y hoy en el quinto juego, alguien tendrá que salir con ventaja hacia el sexto choque a disputarse en el Minute Maid Park, hogar de los Astros.

No obstante, llama la atención que hoy suba a la lomita por los visitantes el diestro Justin Verlander, un hombre que tiene terroríficos registros en Clásicos de Otoño y que, al mismo tiempo, el mánager Dusty Baker haya prescindido de la opción más que viable de abrir con el dominicano Framber Valdez, un serpentinero que le aseguró el triunfo en el juego 2.

¿No quiere polémica?

Ante la más que cuestionable decisión del timonel de los texanos, muchos afirman que la misma responde a una situación que se produjo en la última salida del quisqueyano. En ese entonces, hubo comentarios sobre posibles trampas del zurdo para tener un mejor agarre de la bola.

La polémica surgió tras un muy curioso video donde se puede ver a Valdez frotándose las manos de manera sospechosa. Eso sí, vale la pena destacar que al finalizar cada entrada fue escrutado por los árbitros y la investigación no encontró nada sospechoso en su persona ni implementos suyos tales como guante o gorra.

Aun así, los rumores aseveran que el mandamás Baker no quiere poner bajo el punto de mira a su pitcher en campo rival y que, por eso, prefiere guardarlo para el duelo 6 en casa. ¿Tendrán razón esta vez los teólogos de internet?