No es Craig Kimbrel, obvio, no, pero a sus 35 años sigue siendo consistente y el pasado domingo se vio inmenso frente a una de sus víctimas favoritas en 2021, los Yankees de Nueva York y desde entonces comenzaron a especular.

Hoy después de una semana de temporada regular, Jake Diekman sigue teniendo todo a su favor para asumir un rol protagónico con los Medias Rojas de Boston.

Cuando Matt Barnes debía ser el dueño del noveno ining sin novedades, ha mostrado su rostro más endeble con un promedio de 6,00 de efectividad en tres juegos lanzados; entonces aparece Diekman con su casillero inmaculado también en tres partidos.

La historia

El zurdo lanzó el viernes 8 ante los Yankees, luego regresó el domingo para sacar su nombre del vacío y el miércoles ante Detroit subió a la lomita y todo estuvo tranquilo.

Al momento de escribir este texto, Jake Diekman registraba en tres juegos, cinco ponches con un whip de 1,00.

Así y todo sigue siendo uno de los relevistas de más bajo nivel en todo el béisbol.

El momento

El experimentado lanzador llegó este año a Fenway Park y muchos se sorprendieron pero Chaim Bloom y Alex Cora sabían lo que podía hacer.

El manager de los Red Sox aseguró a los medios, después del juego del domingo que tenía estadísticas de Diekman frente a los Mulos y entonces lo sacó para amarrar el juego.

En 2021, el entonces pitcher de los Atléticos de Oakland no permitió nada ante los neoyorkinos, dejó en cero la pizarra frente a ellos durante poco más de 3 tramos de labor.

El 10 de abril no fue diferente, ponche a Stanton y  a Judge para asegurar el ining, lo demás cayó por su propio peso y tuvo su primer salvamento.

Todos hablaron bien, desde Cora hasta el abridor Tanner Houck y es que mostró credenciales con su bola rápida sobre las 95 millas su recta cortada sobre las 94 y un atroz deslizador a unas 80 millas por hora.

Nada casual

Y no fue casual, tres días después frente a Detroit fue más de lo mismo pero Cora sigue probando con Barnes; el derecho no puede ni poner los pies encima del box pero sigue a pesar de que Diekman lo saluda en la cara con su fino pitcheo.

Y sí, el veterano queda relegado ante la mística de tantos buenos cerradores de los Red Sox, Kimbrel, Papelbon, Uehara, por solo citar en la historia reciente, pero igual Diekman ha mostrado que puede hacer el trabajo.

Se trata de un tipo duro, capaz de adaptarse a lo que sea y la resiliencia lo hace muy competitivo.

No es Craig Kimbrel, no, tampoco Josh Hader pero igual saca outs y se muestra seguro cada vez que sube al montículo.

Hay veces que da la idea de ser una especie de leñador, un tipo tosco, medio mormón incluso, como salido de un libro de Stephen King o de una página de alguno de los cuentos de Washington Irving; parece así pero no, es un simple mortal que quiere tener su momento en Grandes Ligas.