El béisbol de las Grandes Ligas ha sido asociado tradicionalmente a un nivel de juego alto, el mejor que se puede encontrar en todo el planeta. Los jugadores que allí se dan cita son de la élite y rara vez cometen errores clamorosos. De hecho, los juegos en la mayoría de las ocasiones se deciden por muy pequeños detalles.
Ver un error en Las Mayores es difícil, y más si hablamos de errores infantiles, de esos que son propios de los que recién se inician en este juego. Jugadas como flys o roletazos terminan siendo llamadas ‘de rutina’, no por su facilidad, sino por lo sencillas que las hacen parecer los profesionales de este deporte.
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Aun así, quienes juegan no dejan de ser humanos, por lo que a veces, así sea muy de vez en cuando, alcanzamos a ver errores que pueden catalogarse más bien como ‘bloopers’, por lo curiosamente increíbles que pueden llegar a ser.
Es justamente esto lo que ha tenido lugar en el duelo de hoy entre Marineros de Seattle y Medias Blancas de Chicago, en el cual salieron vencedores los primeros por pizarra de 5×1, pero donde lo verdaderamente llamativo fue la cantidad de acciones equivocadas que ocurrieron y la naturaleza de las mismas.
Un juego de niños
Corría la parte baja de la quinta entrada y ganaban los Mariners 2×0 cuando llegó la primera de las situaciones curiosas. Un elevado salió del bate de Adam Engel hacia la zona de foul de la tercera base y parecía un out cómodo para el antesalista, pero inexplicablemente la bola se le cayó.
Más tarde, en el mismo turno, un nuevo ‘bombito’ fue conectado hacia terreno fair por delante del montículo, todos los infielders, catcher y pitcher persiguieron la esférica. El receptor la pidió, pero inocentemente se le cayó y el bateador logró embasarse gracias a este error.
Detrás de Engel vino a consumir su oportunidad al bate Jake Burger y algo similar a lo que ocurrió con su compañero tuvo lugar. Bateó fly hacia el campocorto y tras una carrera dubitativa este dejó que la pelota picara en la tierra de un modo bastante impune. Así llegó la única rayita de los locales en todo el juego.
La venganza
A todas estas, ya se sabía que algo ocurría en el U.S. Cellular Field de Chicago. Lo que estaba pasando era que el viento soplaba de manera inclemente y combinado con el sol, hacía que fuera muy complicado fildear batazos al aire.
Por ende, los 3 que te mostramos hasta ahora no fueron los únicos errores que se cometieron. También la defensa de los White Sox fue víctima de las condiciones climáticas de su estadio. En el capítulo siguiente, Mitch Haniger sacó un elevado hacia la posición del campocorto Leurys García y el resultado, fue el mismo que las veces anteriores. Bola al suelo y un nuevo error.
Todo un espectáculo humorístico lo que se vivió en Illinois. Digno de una película del comediante Charles Chaplin.