Los Rojos de Cincinnati son uno de los peores equipos del béisbol, sino el peor y su récord de 20 y 39 así lo demuestra, su récord, la ultima posición en la división central de la Liga Nacional y su juego con David Bell al frente; es así, son lo peor, pero Luis Castillo es ahora mismo uno de los buenos lanzadores de todo el juego.

La Piedra, como le llaman al dominicano, por su potencia en la bola rápida no ha corrido con suerte en esta campaña tras su regreso a los diamantes, su paso ha estado marcado por el paso de los Reds.

Los hechos

Este viernes ante los Cardenales de San Luis, Castillo no pudo hacerse justicia a pesar de tirar un juegazo, de seis entradas con dos carreras, solo una limpia, tres ponches y una base por bola; sumando una nueva derrota a su récord de este 2022.

Luego de salir de la lista de lesionados el pasado 9 de mayo, el quisqueyano compila una forja de 2-4, con una efectividad de 3,23 en siete aperturas y la impresión es que se trata de un hombre en el momento y el lugar equivocados.

“… Luis estuvo genial, excelente en todos los sentidos…”- expresó el dirigente David Bell respecto a Castillo y agregó que ha sido la tendencia desde su reaparición, pero el equipo no ha funcionado en defensa y tampoco en ofensiva.

Antes

En su anterior salida, ante los Nacionales de Washington, astillo tampoco recibió apoyo de la defensa y varios errores dieron al traste con el resultado final de 5-4 pero el caribeño se mostró fuerte, mentalmente hablando comentándole a los medios que esas son cosas del juego y lo importante fue lucharlo hasta el final.

Luis Castillo ha demostrado se un jugador competitivo y resiliente, capaz de adaptarse a cada situación y si en Cincinnati piensan en un proyecto futuro, el debe ser ahora mismo una piedra angular en el mismo.

La clase

Hablamos de un jugador de primer nivel que se encuentra en un elenco que fue dominador en la pasada década, pero ya de esa huella solo queda Joey Votto.

Igual de seguro seguirá buscando y tendrá mejores salidas y sus números serán buenos igual, son cosas del deporte y al final todos e resume a una cuestión de empeño y de ganas, el resultado de las horas en el  gimnasio y los kilómetros en la piernas, al final saldrán.

La idea de estar en el lugar equivocado fluye y se queda merodeando, pero todo tiene su explicación.