Todos conocen a Tony la Russa, es una especie de Santo Grial moderno en materia de béisbol; siempre hay que volver a él, una y otra vez pues la leyenda es de esos managers que de ver la mueca más leve sabe si puedes salir al campo o no.

Por ello porque es la Russa, aquel que deslumbró al béisbol a finales de los 80 con los Atléticos de Oakland, el mismo que descubrió a La Máquina, Albert Pujols, si, la Rusa el que rescató el espíritu perdido de los Cardenales de San Luis, por ello, el presidente de los Medias Blancas de Chicago, Jerry Reinsdorf sacó a Tony del retiro para que tomara el timón del equipo y terminara el trabajo de Rick Rentería.

El carácter de Tony

Y todos conocen a la Russa y saben que es un tipo polémico, medio loco incluso, muy emocional y lo mismo se ríe que monta en cólera y a veces da la idea que estamos en presencia de un actor de teatro, de uno muy bueno, de esos que salen en las obras de Shakespeare.

Esta misma semana que concluye ha sido un fiel ejemplo de ello pues los acontecimientos alrededor de la Rusa y los Medias Blancas han tomado diversos matices.

Los de la Ciudad de los Vientos llegaron el lunes con una racha de seis victorias seguidas, incluida una barrida de escándalo a los Medias Rojas de Boston en su templo de Fenway Park.

Todo era felicidad y el rostro de la Russa lo reflejaba en cada rueda de prensa y el hombre tenía motivos para ello, no solo por la racha, también porque para ese lunes frente a los Guardianes de Cleveland en casa, los White Sox recuperaban a dos piezas claves en su juego, al tercera base Yoan Moncada y al relevista Joe Kelly.

Todo cambió

De pronto, la historia cambió y en el choque de apertura el elenco local dejó escapar una ventaja de seis carreras, gracias en buena medida a cuatro errores de su defensa, incluidos dos de Moncada y uno de Anderson, luego llegó el Grand Slam de Josh Naylor ante Liam Hendricks y todo se definió a favor de Cleveland, 12-9 pero el mal estaba hecho.

Ante los medios, la Russa volvió a dar la cara y defendió al cubano Moncada, aludiendo que en una de sus pifias, la bola le había saltado por encima.

De igual modo, aseguró que el juego no lo había perdido por los errores y se molestó con un reportero que criticó a Tim Anderson.

No obstante, las aguas fueron cogiendo su nivel y llegaron las victorias ante los rivales divisionales y se vio un la Russa diferente, jaranero, bromeando con el mismo periodista que había atacado verbalmente horas antes.

Un deja vu

Para el jueves, previo al inicio de la serie contra los Yankees de Nueva York, la Russa fue preguntado si pensaba en Johny Cueto como opción para la doble cartelera del martes ante Kansas City y Tony le respondió como un trueno al reportero, que la posible opción sería él mismo y todos rieron, de modo sarcástico pero rieron.

Y llegó el momento cumbre de la semana; jueves por la noche, juego empatado a siete entre Yankees y Medias Blancas, Joe Kelly saca dos outs abriendo el octavo pero después regala tres bases por bolas con siete lanzamientos malos de sus últimos 8, le toca enfrentar a Aaron Judge y la expectación es inmensa, entonces la Russa decide dejarlo.

La polémica se acrecienta porque Judge había soltado un soberano batazo de cuadrangular en su anterior turno y la Russa viendo incluso que Kelly estaba descontrolado lo dejó.

Y hasta cierto punto Kelly respondió al obligar a Judge a conectarle quemado a la bola pero el batazo cayó detrás de segunda de hit y los Mulos desempataron con dos anotaciones, la segunda tras un error mental de José Abreu, quien se quedó con la pelota en la mano mientras Gleyber Torres doblaba para el plato.

Lluvia de críticas… nada nuevo

Al final ya saben, los del Bronx ganaron 15-7 y todos criticaron a Abreu y a la Russa, todos desde Steve Stone, analista de NBC, hasta el mismo Ozzie Guillén, también un funciones de analista para la cadena.

Como sea Tony estuvo inmutable, es de esos tipos que asumen las consecuencias de sus errores y ve la vida de esa manera, como un constante aprendizaje; las críticas seguían lloviendo y él como piedra.

Ese es la Russa, es tiempo real y ayer, los Medias Blancas volvieron a ganar con hit decisivo de Luis Robert y las cosas parecen volver a la normalidad.

Lo que todos se preguntan sobre el próximo acto de la Russa, pues nadie sabe con lo que vendrá.