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Los Yankees son ese equipo que siempre se espera que trascenderá en la temporada del Beisbol de Grandes Ligas, por todo lo que ha envuelto a la franquicia más ganadora de este deporte, pero que a la vez y precisamente por eso se encuentra en deuda con su multitudinaria afición.

Son 13 años ya desde su última celebración en la Serie Mundial, lo cual no resulta ser un detalle menor, y es por ello que desde las oficinas, en el mismo momento de haber quedado fuera de competencia, es cuando comienza el trabajo duro de cara a la siguiente campaña; siendo una de los primeros anuncios la ratificación de su figura Aaron Judge ahora como nuevo capitán de esta divisa.

Y no es ningún secreto que muchas veces en todo este difícil trayecto, una de las razones por las que han tropezado en la postemporada es por su falta de profundidad en su cuerpo de lanzadores, sobre todo relevistas, algo que en este nivel se paga muy caro y así lo han podido vivir los de Manhattan.

Así muy bien lo saben en la familia Stenbreinner, al igual que la gerencia general en la figura de Brian Cashman; y es por ello que le han puesto los ojos a un lanzador que viene abriéndose camino en las ligas menores de esta organización y que reuniría todas las cualidades para hacer el roster en el 2023.

Más aún tratándose de un lanzador zurdo como Matt Krook, quien se desempeñó durante todo el año en la filial triple AAA de los Yankees, Scranton, pudiendo limitar a los bateadores zurdos a un OPS de .499, según cifras aportadas por “The New York Post”.

El propio manager Aaron Boone estuvo considerando la opción de llamarle para ascenderlo al equipo principal y tenerlo como su pitcher siniestro de carácter para momentos especiales; algo que era apoyado 100% por la gerencia encabezada por Cashman.

De hecho, el propio directivo considera que Krook tenía el talento suficiente para estar en el listado oficial de 40 jugadores, y que bien pudiera reforzar este departamento y ser un buen respaldo de Aroldis Chapman, que a estas alturas quizás ya no representa una garantía como hace unas temporadas atrás.

Asimismo, Cashman le llegó a confesar a “The New York Post” que Krook era una especie de dolor de cabeza para los bateadores zurdos, algo que también le pudo corroborar Matt Carpenter, ahora jugador de los Padres de San Diego, quien de paso lo ha catalogado de “desagradable”, algo que terminara de convencer a las oficinas y el propio cuerpo técnico.

Si bien no se trata de una figura joven ni mucho menos, considerando que cuenta con 28 años de edad, reúne las cualidades que este equipo requiere en estos momentos y que de una vez por todas les permita calmar el eterno dolor de cabeza en las postemporadas, ya que no pueden seguirse dando el lujo de que pase el tiempo y no sumar otro campeonato más a las vitrinas.