Cuando en marzo de este año, Normar Mazara llegó a un acuerdo de Ligas Menores con los Padres de San Diego y fue invitado a los Entrenamientos de Primavera del equipo, muchos pensaron y hasta el propio Mazara creyó que era la oportunidad perfecta para tomar un segundo aire en Grandes Ligas, luego de dos temporadas bien malas entre 2020 y 2021.

A comienzos de abril, el dominicano fue enviado a la filial triple A El Paso y allí, en menos de dos meses, Mazara descoció la pelota como decimos en el argot popular al compilar para 367 con 7 jonrones y 27 careras impulsadas en 128 turnos al bate, según lo muestra Baseball- Reference.

Debió ser, pero…

En ese momento había quedado atrás su endeble hoja de corte, de 219/285/309, sumando 2020 y 2021, cuando vistió la franela de Medias Blancas de Chicago y Tigres de Detroit y la gente en el Petco Park quería ver lo que podría aportar el criollo.

En este punto vale recordar que la llegada de Mazara a San Diego, representó una especie de reencuentro entre el jugador, en su momento situado como el mejor prospecto de los Vigilantes de Texas y AJ Preller, actual presidente de operaciones de los Padres y otrora ejecutivo en Texas.

Se quedó sin oportunidad

Algunos pensaron que esto debía valer y hasta se especuló en que Mazara había sido una especie de capricho de Preller o por el estilo, pero no, la llegada de hombres como Juan Soto y Josh Bell, así como el impacto de hombres como Trent Grisham y Jurickson Profar, dejaron practicamente sin opciones al caribeño, dentro el equipo grande.

Y se veía venir y sucedió, este sábado los Padres de San Diego comunicaron que designaban para asignación a Normar Mazara, ello a pesar de que los números del antillano no fueron decepcionantes ni mucho menos; hablamos de una línea ofensiva de 264/316/352 con 2 cuadrangulares en 171 apariciones en el cajón de bateo.

Mazara podría buscar la agencia libre y pensar en tener algún chance dentro de un elenco necesitado de jardineros con algún potencial, tal como lo refleja el San Diego Union Tribune o regresar a Ligas Menores bajo la premisa de que a sus 27 años, todavía le puede quedar madera del prospecto que fue en su día… habría que ver.