Aún sigue fresco el sabor amargo de la eliminación reciente de los Mets de Nueva York en su propia casa del ‘Citi Field’ ante los encendidos Padres de San Diego, quedando de nuevo en evidencia lo complicado que le ha sido a este equipo avanzar y destacarse en el mes de octubre.

Un equipo que lideró su división por casi toda la fase regular, hasta que en el mes de septiembre comenzaron con algunas turbulencias y perder algunos encuentros clave ante rivales muy por debajo de su promedio, siendo la estocada la serie de tres juegos ante los Bravos de Atlanta, que los terminó de ubicar en la segunda posición.

En lo que resultara ser otro ejemplo más de que el haber ganado 100 o más juegos en la temporada no es garantía de campeonato; ahí están los claros ejemplos también de los Dodgers con 111 victorias, eliminado también por los Padres en la serie divisional, y los propios Bravos que fueron víctimas de unos también encendidos Phillies de Philadelphia.

Por lo general, cuando ocurren este tipo de descalabros, no queda de otra que comenzar a planificar lo que será la próxima temporada, con la respectiva autocrítica y habiendo detectado las cosas que no resultaron y no se hicieron bien, que desde acá muy bien sabemos que el bateo oportuno fue una de las que más deben reflexionar.

Pero además de esto, deberán afrontar una situación relevante, y es el detalle que una buena camada de sus jugadores habituales entrarán en la Agencia Libre; lo que implica tomar decisiones en lo inmediato, con respecto a una posible renovación o en su defecto, una reingeniería parcial de su nómina.

Solo que no se trata de un grupo cualquiera de jugadores; acá estamos hablando del outfielder Brandon Nimmo, los abridores Jacob DeGrom, Chris Bassitt y Taijuan Walker, además de los relevistas Trevor May, Adam Ottavino, Seth Lugo y el cerrador boricua Edwin Díaz.

Todos los mencionados con números más positivos que negativos y con un rol estelar en este equipo; así que la tarea de parte de los directivos pudiera enfocarse en concretar la renovación de estos personajes, salvo que alguno de ellos no desee seguir en la ‘Gran Manzana’.

Lo que si es cierto que los Mets no pueden permitirse otro resultado como el que acaban de obtener, más allá del formato de competencia que recién ha implementado la MLB; sus múltiples seguidores así se lo exigen, ya con 36 años sin poder levantar el máximo trofeo. Una espera más que prolongada.