La historia del equipo de Estados Unidos en el primer Clásico Mundial es de película y todavía hoy resulta increíble aquel final.

Para adentrarnos en aquellos sucesos de marzo de 2006, podríamos empezar por muchas partes, quizás por el juego ante México que decretó la eliminación de este elenco pero no, las cosas comenzaron antes y lo hicieron bien.

En esa primera edición los norteños armaron un verdadero trabuco, para muchos el mejor que han presentado en todos los Clásicos Mundiales.

Los hechos

En esa primera ronda, a pesar de la sorpresiva derrota ante Canadá con la victoria ante los mexicanos, los estadounidenses avanzarían sin problemas.

La selección de las barras y las estrellas contaba en sus filas con hombres de la talla de Derek Jeter, Alex Rodriguez, Chipper Jones, Derek Lee  y Jason Varitek por solo mencionar.

Entre todas estas figuras resaltaba una que por su propio peso reclamaba el protagonismo, un hombre que terminaría su carrera en Grandes Ligas con más de 600 jonrones y lo más resaltable es que en medio de un contexto permeado por el dopaje, jamás Ken Griffey Jr se vio vinculado a este tipo de situación.

Resaltamos la figura del estelar slugger porque desde el primer juego del Clásico demostró estar a la altura y así lo hizo durante todo el torneo.

Ya para ese momento Griffey era una leyenda viviente en Las Mayores y el certamen le quedó bien chico.

El inmortal zurdo, símbolo de los Marineros de Seattle estuvo suelto con el madero en los seis choques que disputó y si algunos le reclaman su rol en aquel juego final contra México que terminó en victoria histórica para los aztecas; si eso pasó, su historia para ese momento ya estaba guardada.

Los números

Sus números en el primer Clásico lo dicen todo; 524 de average, 3 cuadrangulares y 10 carreras impulsadas.

En varias ocasiones, Ken Griffey ha declarado que poder jugar el Clásico y representar a Estados Unidos ha sido uno de los grandes momentos de su carrera.