Si algo claramente distingue y/o distancia a los Marlins de Miami de organizaciones como Dodgers de Los Ángeles, Yankees de Nueva York, Cachorros de Chicago, Medias Rojas de Boston, Gigantes de San Francisco, entre otras, es que no acuden al mercado de agentes libres con el mismo ahínco y con la billetera robustecida de la distinguida moneda verde.

Al acudir a esa instancia, los peces no gastan del mismo modo que aquellos elencos, sus objetivos son jugadores, mayormente, de menor costo monetario. En ocasiones han logrado aciertos con sus contrataciones, otras veces no tanto y aquí es donde elaboramos un listado de aquellos casos donde no se tuvo a la Diosa suerte de su lado en los recientes 10 años:

El receptor Jarrod Saltalamacchia (contrato de tres años y 21 millones de dólares) pasó de batear .273 con Boston en 2013 a .220 con los Marlins en 2014.

El campocorto José Reyes (el mayor acuerdo en la historia de los Marlins en ese momento, seis años y 106 millones de dólares antes de 2012), pasó de batear .337 en su última temporada con los Mets de Nueva York, a .287 en su primera con los Marlins.

Mike Morse, primera base (dos años y 16 millones) que dejó .279 de promedio con los Gigantes en 2014 a .213 con Miami en 2015. Fue cambiado a los Dodgers tras 53 partidos con los peces.

Rafael Furcal (un año, 3 millones) ligó para .264 con los Cardenales de San Luis, bajando abruptamente a .171 con los Marlins.

Ichiro Suzuki (recibió 3.2 millones en su primer contrato con Miami y 4 millones en los siguientes) con los Mulos del Bronx en 2014 dejó promedio de .284, pero con los Marlins en 2015 apenas .229.

El jardinero Corey Dickerson (dos años, 17.5 millones) un excelente .304 fue su average con los Filis de Filadelfia y los Piratas Pittsburgh en 2019. Cayendo a .258 en su primer año en Miami.

Jeff Baker (dos años, 3.7 millones) pasó de .279 con los Rangers de Texas a .264 y .208 en sus dos años como Marlin.

Otro que puede entrar en el grupo es el jardinero Adam Duvall, que en 2020 con los Bravos de Atlanta dejó .237 con el madero, descendiendo a .229 en 91 juegos con los Marlins el año pasado (aunque con 22 jonrones) antes de ser canjeado de vuelta a los Tomahawks.

Cabe destacar, que entre los 10 nuevos jugadores de posición de los Marlins que recibieron acuerdos de agente libre de 3 millones de dólares o más desde 2012, sólo Garrett Jones (.233 a .246) y Cameron Maybin (.228 a .251) batearon mejor en su primer año con el elenco.

Jones obtuvo dos años y 7.8 millones de dólares, Maybin un año y 3.25 millones.

Todos esos son casos de paleadores; entre lanzadores el más significativo es el caso del cerrador Heath Bell, contratado por tres años y 27 millones de cara al 2012, luego de dejar excelentes números con los Padres de San Diego, 2.53 de efectividad, 134 salvados y 389 ponches en 374 innigns, desmejorando a 5.09 de ERA y solo 19 rescates en su único año con los Marlins.

En Miami también se han cometido errores con los lanzadores agentes libres (como Wei-Yin Chen), pero su historial con los bateadores agentes libres no es muy bueno, abarcando dos grupos de propietarios.

Durante la erea de Jeffrey Loria y Bruce Sherman se tuvo éxito en la búsqueda de bateadores a través del draft (Giancarlo Stanton es el máximo ejemplo), de los waivers (Jesús Aguilar), de los cambios (Jazz Chisholm, Jesús Sánchez, Garrett Cooper en los últimos años) y de la agencia libre internacional (Marcell Ozuna, etc.).

Con su lento inicio de temporada, .183 de promedio, .197 de OBP, .267 de slugging, 18 ponches y un solo boleto en 60 turnos, esperemos que el venezolano Avisaíl García no pase a engrosar ese listado de contrataciones infructuosas para los Marlins.