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Al verlo así, tan recio, pero a la vez tan sobrio,lo menos que uno puede imaginar es que tiene poco más  de veinte años, pues en los tonos de su porte, en todos los tonos, desde el mismo instante que sale del banco y comienza a caminar despacio hacia el home, siempre da la idea de que lleva haciendo eso por mucho tiempo.

Ayer fue así, lo miró con cara de pocos amigos, más bien lo fulminó, hasta prácticamente atravesarlo y al momento el pitcher aceptó el reto, después…

Perfecto, siempre perfecto

La inclinación perfecta, movimientos de sincronización exactos y esa mecánica pulida que le permite pegarle como los dioses. Anoche en Miami fue así y otra vez, como de costumbre, Juan Soto dio una muestra colosal de su potencial, desplegando todo el poder que sale de sus muñecas para golpear una recta alta de 92 millas por hora y mandarla a casi 450 pies.

 

Refiere Statcast que el batazo salió a 110 millas y de modo más preciso  los 448 pies, para desatar la algarabía de los fanáticos dominicanos que se habían dado cita en el estadio.

Sacó la casta

Fue hace unas horas, cuando allá en el LoanDepot Park, las novenas de Puerto Rico y República Dominicana disputaban el último boleto a la siguiente ronda, dentro del grupo D en el quinto Clásico Mundial de Béisbol.

Allí, en uno de los momentos de mayor presión, cuando los puertorriqueños mandaban 4-0, Soto decoró el partido con ese soberbio jonrón.

Clamó, animó a sus compañeros, se le vio motivando y muchos pensaron que la conexión del hombre de los Padres de San Diego pudo haber sido el catalizador que necesitaban los quisqueyanos para hilvanar el rally de la remontada.

La luz…

No fue así y ya todos sabemos lo que ocurrió, Puerto Rico ganó 5-2 y con el resultado de concretó uno de los grandes fiascos en la historia de la pelota dominicana, quizás comparado con aquel de 2009, cuando Países Bajos dejó a los criollos tendidos sobre la grama del Hiram Bithorn.

A estas alturas se siguen buscando culpables, que si FEDOBE, que si Nelson Cruz y Rodney Linares o hasta el capitán Robinson Canó; es de este modo, sin embargo, una luz emerge en medio del caos… Juan Soto.

No fue el de mayor average, pero desde aquel descomunal batazo contra Venezuela, Soto fue el verdadero referente de ese equipo, siempre sacando la casta y demostrando la verdadera clase que tenía el grupo.

Por un lado Rafael Devers, bateando apenas 125 por el otro Juan Soto con aquel doble, luego con otro, más tarde el jonrón contra Nicaragua y este miércoles esa obra de arte contra Puerto Rico.

 

Se le vio disfrutando, viviendo el momento, sin tensión, dejando bien claro en cada turno lo que valía esa camiseta y más allá de su OPS o de sus exagerados vuelacercas, más allá de esto, yo como tantos me quedo con la actitud, esa que es propia de los grandes.