No ha pasado, pero pasará, puede ser mañana o en dos días, tal vez el mismo 2 de agosto en la noche, horas o minutos antes de que cierre el mercado, hasta puede ocurrir en este mismo instante mientras escribo, como sea, Joey Gallo se irá de Nueva York, todos lo saben, hasta él, el guión se torció de manera inesperada y es solo cuestión de tiempo.

Y es que Nueva York te llena de gloria o te enloda para siempre; lo mismo te puedes forjar un futuro inmenso que cavar tu propia tumba en cuestión de días, de horas incluso y Joey Gallo, como un personaje secundario de Paul Aulster o Dashiell Hammett, de esos salidos del bajo mundo de Brooklyn, Joey Gallo, sabe que cada segundo en el Bronx, vistiendo la camiseta de los Yankees puede sumir su carrera en una debacle total.

Debió ser y no fue

Gallo no encontró jamás esa forma de jonronero que lo distinguió en Texas y en poco mas de un año, aquellos batazos monstruosos que pegaba en Arlington, solo fueron viejos recuerdos que emergían alguna que otra vez, cuando lograba a justar su mecánica y salía un buen swing con el uniforme a rayas.

Si leemos más allá de sus números, 159 de average, 12 jonrones y 24 carreras impulsadas, si miramos bien, vemos que la cuestión psicológica, la presión, el vivir con las críticas y esa sensación de que la tierra se abrirá y te tragará de pronto; todo esto fue superior a Gallo, lo terminó consumiendo, jamás encontró su forma, su swing, la confianza necesaria para reinventarse y mostrar al menos una mejor cara.

“… Es difícil lidiar con eso, al final solo quieres hacer felices a los fans, pero al ver tantos comentarios negativos de ellos, se vuelve difícil…”- le comentó Gallo a Lindsey Adler de The Athletic, sobre las críticas y su presente con los Bombarderos del Bronx.

Otras perspectivas

No obstante, el jugador alegó también que asume está experiencia como una enseñanza, como parte de su crecimiento personal y profesional y es tal vez la perspectiva mas inteligente dentro de esta historia; sacar las lecturas positivas la crisis, salir renovado.

De cualquier modo, Gallo sabe que será difícil, pues su asociación con los Yankees no fue lago meramente pasajero, no, hubo una conexión, montones de expectativas, el jardín derecho del Yankee Stadium parecía hecho a su medida, pero no, nada cuajó: “…Cada vez que vea un gorra o camiseta de los Yankees…es algo que deberá asumir y entender…”- expresó el jugador.

Varios rumores aluden que los Yankees estarían cambiando a Gallo a un equipo menor, hasta se habla de un regreso con los Vigilantes y tal vez, en un contexto así, sea la mejor manera de volver a empezar, pues en este punto, todos los factores giran alrededor de esa idea, empezar otra vez, relanzar una carrera que ahora mismo esta en un punto muerto.

No será la mejor despedida, no, estaba la idea de terminar allí incluso, como un yankee, pero es así, como decía el célebre Pedro Calderón de la Barca, la vida es un sueño y los sueños, sueños son.