En los deportes y en especial en el béisbol suele decirse que no hay enemigo pequeño debido a cada vez más las distancias se hacen más pequeñas.

A pesar de estar frente a frente el equipo con más victorias de la Liga Nacional, los Ángeles Dodgers, y el plantel que más derrotas suma en las Grandes Ligas este año, los Nationals de Washington, la sorpresa que muchos ni imaginaban se produjo.

Los Dodgers enviaron al montículo al derecho Tony Gonsolin, invicto en 17 presentaciones anteriores, haciendo presagiar otra cómoda sonrisa en su afán de llegar a la postemporada.

Pero en esta ocasión los rivales pequeños no creyeron en la trayectoria de Tony ni las superestrellas de las Dodgers y lograron llevarse la victoria con marcador final de 4×1 gracias a un cuadrangular del cubano Yadiel Hernández y un triple del dominicano Juan Soto.

Gonsolin trabajó durante seis episodios donde soportó igual cantidad de imparables y cuatro anotaciones limpias que elevaron su promedio de carreras limpias (PCL) hasta 2.26, mientras a su cuenta iban cuatro ponches y tres bases por bolas.

De esa forma el derecho sumó su primera derrota de la temporada, algo que parecía una proeza verdaderamente, pero que poco a poco se podía hizo esperar después de su actuación en el All-Star Game.

Tony Gonsolin se convirtió de esa forma en el primer abridor de la historia en llegar invicto a la pausa del Juego de Estrellas y cargar con la derrota en dicho duelo. Además de ser el primer pitcher con derrota en el All-Star Game en su estadio local desde Roger Clemens en Houston en 2004, dos record que para nada hacía presagiar una buena segunda parte.

Pero a su hoja de servicios hay que agregar otro apunte negativo pues anoche fue  la primera vez en la era moderna que un lanzador de 11-0 o mejor  pierde ante un equipo que llegó al día con el peor récord en MLB.

De esta forma ahora presenta récord de 11 victorias y una derrota, 90 ponches en 99.2 entradas, su promedio de carreras limpias es de 2.26 mientras su WHIP se ubica en 0.88.