Los cambios suelen generar dolor así sean para bien. Hay que adaptarse a lo nuevo y dejar atrás las costumbres, lo que de ninguna manera es fácil, pero cuando son cambia positivos, la recompensa valdrá la pena.

Sócrates dijo: “El secreto del cambio es enfocar toda tu energía, no en la lucha contra lo viejo, sino en la construcción de lo nuevo”. Y esa sabia reflexión la podemos extrapolar a Gleyber Torres.

Las cosas han dado un giro positivo sustancial en ambos aspectos del juego de Gleyber en lo que ha transcurrido de esta temporada. Y se debe en gran parte a el reenfoque en el rol  del venezolano en el terreno, mejor adaptado a sus habilidades.

Gleyber Torres es un campocorto natural. Jugó allí de niño en Venezuela. Lo hizo siendo uno de los principales prospectos de los Cachorros de Chicago y luego como parte del pelotón de los Yankees . Jugó campocorto para los Yankees en 2020 y 2021.

De seguro habrá tenido su dificultad, mental y emocional, el cambio de la posición para la que se formó y en la que se visualizó. Pero el proceso de adaptación y de entendimiento de los nuevos retos son claves, y consiguió asumir positivamente la transición.

Ya sea que se juzgue a Torres por la vista o estadísticamente, no fue muy bueno como campocorto en Las Mayores. En realidad, decirlo así es ser demasiado considerado con él porque su desempeño fue pobre en las paradas cortas.

En el campocorto, Torres a menudo fallaba los rodados de rutina y hacía malos lanzamientos aún cuando no estaba apurado. Todo eso condujo a un pobre porcentaje de fildeo de .952 la temporada pasada que fue el segundo peor entre los clasificados. Su porcentaje de fildeo de .933 en 2019 fue terrible.

Sin duda, el tiempo de Torres como campocorto titular de los Yankees terminó definitivamente incluso antes de que agregaran un defensor de calidad esta primavera en el intercambiando que llevó Isiah Kiner-Falefa al Bronx.

Es por eso que los Yankees lo movieron abruptamente a la segunda base el 13 de septiembre pasado y lo han mantenido en la segunda base desde entonces, a excepción de menos de cuatro entradas al final de dos juegos esta temporada.

El mismo manager, Aaron Boone, explicó la razón del cambio de posición. Se le preguntó sobre ello antes del partido entre los Yankees y los Blue Jays del viernes por la noche.

“Bueno, el campocorto es una posición más difícil. El campocorto es una posición premium que no muchas personas pueden jugar a un alto nivel en este nivel (Grandes Ligas). Creo que las habilidades de Torres se alinea un poco más para la segunda base”.

En ese encuentro Torres bateó de 4-2 con tres anotadas y doblete de una producida. Los Yankees apabullaron con marcador 12-3 a los Azulejos de Toronto.

Torres en la segunda almohadilla

Torres al día de hoy tiene solo tres errores en 196 oportunidades para un porcentaje de fildeo de .985 que se ubicó en el noveno lugar entre 21 segunda base con al menos 150 oportunidades. Cometió solo un error en 19 juegos, la temporada pasada luego de su cambio de posición.

El promedio de bateo de Torres ha “bajado” de .259 el año pasado a .254 esta temporada, pero otras estadísticas ofensivas han subido, especialmente su poder. Hace un año, conectó solo nueve jonrones en 127 juegos. Este año, lleva 12 en sus primeros 58. Su OPS también ha subido, saltando de .697 a .801.

 

¿La defensa mejorada de Torres lo ha ayudado ofensivamente?

Probablemente le esté quitando un poco de presión en general, lo que ayuda un poco a su ofensiva. Pero no es lo determinante. Es un muy buen jugador ofensivo y ha hecho algunos ajustes de calidad que lo han llevado a estas mejoras.
Su wRC+ en las campañas 18-19 fue de 123, esta es de 127.
Gleyber Torres actualmente tiene el OPS+ más alto de su carrera con 129 y tiene el segundo % de SLG más alto de su carrera con .497.
Se puede decir que Torres cambió el luchar contra lo viejo (su bajo desempeño en el campocorto) por centrar sus energías en construir algo nuevo (mejor desenvolvimiento en la segunda base) y esa es la receta para conseguir cambios positivos. Dijo Sócrates.